Peregrinos de diferentes comunidades autónomas de España, de Italia y Portugal han protagonizado este domingo una protesta a los pies de la Cruz de Ferro, uno de los símbolos más conocidos del Camino de Santiago.
Al grito de no “La Cruz de Ferro no se toca” más de medio centenar de personas han recorrido varios quilómetros de la ruta jacobea para finalizar su protesta a los pies del hito internacional peregrino a las 12:30 horas. “En los últimos años, el Camino de Santiago ha sido testigo de humillaciones reiteradas, con el descuido continuo de un patrimonio muy valorado y querido en más de 150 países que demanda atención urgente. Hoy la triste lotería del descuido del patrimonio le toca a la Cruz de Ferro. Un ataque que no solo se dirige contra un conjunto de piedras y una cruz de hierro en un mástil; es un asalto directo a la espiritualidad del Camino de Santiago”, señalaban en el manifiesto leído al término de la concentración. Asimismo, señalaban que “aquellos encargados teóricamente de salvaguardar el legado milenario han permanecido inactivos frente a la creciente amenaza” que suponía esta intervención.
Y es que, desde hace años distintas voces de la comunidad jacobea ponían en sobre aviso sobre la obra que se pretendía hacer en este monumento Patrimonio de la Humanidad ubicado en tierras leonesas. La obra finalmente se ha ejecutado, para enfado de diferentes colectivos relacionados con el Camino de Santiago que están seguros que de haberse tratado de un monumento con más pedigrí como el de una catedral no se hubiera permitido un proyecto y una obra realizados con tan poco “respeto y cautela”. “Un monumento austero”, como lo describen, “construido piedra a piedra a lo largo de los siglos por peregrinos que han depositado sus miedos, expectativas e ilusiones. Un símbolo respetado por miles de pasos silenciosos hasta un día de verano en el que fue violado para construir muros y aceras para hacerlo más confortable para turistas trashumantes en el Camino de Santiago”. “El día que comenzaron estas obras, es la fecha de la vergüenza para la historia del Camino”, remachó un veterano hospitalero y peregrino italiano.
La comunidad jacobea recordaba también el incidente ocurrido a pocos kilómetros en Foncebadón, cuando se sepultó en hormigón la calle del Camino de Santiago a su paso por la localidad.
La plataforma “No toquéis la cruz de Ferro” exige que se devuelva tanto al monumento como a su entorno a su anterior estado, inalterable por ser un espacio protegido, y se proteja ante futuras intervenciones.
Una de las peticiones principales es el alejamiento de la carretera del entorno inmediato del monumento para asegurar su mejor protección y respeto, una intervención que de verdad sería valiente, beneficiosa y respetuosa.
«Ayer fue Foncebadón, hoy la cruz de ferro; mañana la lotería de la banalización y comercialización seguirá su curso. Sea lo que sea, la comunidad de peregrinos estará siempre en primera línea, actuando por amor al Camino. Instamos a las autoridades competentes a escuchar la voz unida de la comunidad peregrina y tomar medidas inmediatas para revertir este ataque a nuestro patrimonio y valores”.