PIEDRA DE AFILAR – Enrique Ramos
Se está juzgando en Valladolid un caso de corrupción ocurrido en este oasis de armonía y buen gobierno llamado Castilla y León. Un edificio en Valladolid, llamado “Perla negra” ha registrado en su génesis y desarrollo, entre 2005 y 2011, sobrecostes de 23 millones de euros. Y ahí están juzgando a algunos cargos de la Junta de Castilla y León, que han podido pillar por el camino.
El supuesto máximo responsable, a la sazón vicepresidente del gobierno autonómico, Tomás Villanueva, falleció en oportuno tiempo y forma (eso nos han dicho): y todo invita a pensar que va ser este ausente el que se coma los marrones.
Una de las perlas (blancas) de estos primeros lances de la vista oral ha estado de mano de la entonces consejera de Economía Pilar del Olmo. Se ha hecho un “infanta” en toda regla diciendo que no sabía nada y que eso era cosa de Villanueva. Pero aún ha dicho más: que eso era una gestión que llevaba una de esas sociedades de la Junta (Gesturcal, en concreto) que iba, con otras sociedades y fundaciones, a alojarse en el fementido edificio de Arroyo de la Encomienda. Y que claro, el déficit de Gesturcal (como el de las demás instituciones paralelas) no computaba como déficit de la Junta. Pues muy bien: ahí tenemos todo el artesonado contable al descubierto; lo ha dicho la entonces dueña de las llaves. La Perla era negra de puro opaca.