El Conservatorio de Música «Ángel Barja» de Astorga acogía en la tarde de este jueves la celebración del Día Mundial del Parkinson que organiza la asociación de esta enfermedad de nuestra ciudad.
La cita, que contó con numeroso público, arrancó con las palabras de su presidenta, Electra Cambra, que recordó la labor de la asociación «en la que un grupo de personas seguimos luchando año a año para que todos podamos ayudarnos y apoyarnos a la hora de enfrentarnos a esta enfermedad». Cambra precisó que «lo importante es que el Parkinson no nos convierta en sus esclavos y podamos tratarle con fuerza, ánimo y valentía y, para eso, estamos todos, los cuidadores, voluntarios, terapeutas y todos los que apoyamos a las personas afectadas».
A continuación llegó el turno de la charla-coloquio que este año abordó la «Actualidad en Parkinson» de la mano de Javier Tejada y Rebeca de la Fuente, neurólogos del Hospital de León. El objetivo de la charla fue facilitar la comunicación del enfermo y sus familiares con los sanitarios que les atienden respondiendo a las preguntas y dudas que surgen a la hora de ir a una consulta.
Como es habitual en el Día Mundial del Parkinson, la asociación entrega el premio de su concurso literario de relato breve. En esta XXI edición, el premio se queda «en casa» ya que la ganadora, Irene Vega Blas, es de Astorga. Se ha alzado con este galardón por su relato «Una primavera inesperada» que ha destacado por ser el más original y sensibilizado con la enfermedad. El jurado ha concedido dos accésit para Juan Velasco, de Benicasim, y Mª Aránzazu Polo, de Valladolid.
El principal objetivo de este concurso, que lleva ya veintiún años, es promover el conocimiento de lo que significa padecer esta enfermedad crónica, progresiva e invalidante. Conocer estos aspectos a través del arte literario es una magnífica manera de acercarse a la sensibilidad social.
La celebración, a la que asistió la edil Raquel Matilla ya que el alcalde no pudo acudir por motivos de agenda, se cerró con un recital de piano de Damián Llamas Redondo, alumno de 6º curso de piano del Conservatorio de Astorga, una joven promesa que deleitó al público en solitario con varias piezas.