Eduardo Sáez – Sin Pasión
La recién nacida ONU, aprobó en 1946, un documento de condena al Estado Español tildándolo de amigo de las potencias nazis y fascistas que acababan de perder la Segunda Guerra Mundial. El documento recomendaba a los países miembros de la nueva organización retirar sus legaciones diplomáticas de un país tan poco democrático.
La respuesta del régimen de Franco fue enrocarse en su «espléndido aislamiento» convocando una manifestación masiva en la plaza Oriente en la que apareció una pancarta con en el lema: «si ellos tienen UNO, nosotros tenemos dos». La elipsis testicular jugaba con el nombre en inglés de la organización para la ocurrencia pancartera.
No he podido menos que recordar aquella situación inmortalizada por los libros de historia cuando hace dos semanas un documento con membrete de la ONU (UNO en inglés) han venido a cuestionar la norma sobre memoria histórica que pretende sacar adelante PP y Vox, entre otros lugares, en Castilla y León.
Los promotores de esas normas llamadas de “concordia” han minusvalorado el dictamen de esos relatores y aunque de aquellas yo no existía, no he podido menos que buscar un paralelismo entre el acto de afirmación nacional de “La plaza de Oriente contra el mundo” y lo vivido hace unos días.