SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
No voy a dar mi opinión sobre si el lobo puede o debe ser cazado a beneficio de la ganadería extensiva. En mi juventud, pastoreé varias veces vacas y cabras de mi padre por la montaña central y a nadie del pueblo se le hubiera ocurrido dejar al ganado solo. La escolta mastina, más fiera que la Guardia Mora de Franco, era la garantía contra el ataque lobuno. Pero tampoco voy a comparar el hatajo de ocho vacas y medio ciento escaso de cabras de mi padre con las vacadas que hoy pacen solas a kilómetros del pueblo; son otros tiempos y otras magnitudes.
Me llama la atención, sin embargo, la reacción del consejero de Medio Ambiente a la decisión de Europa de revocar la autorización de cazar lobos que la Junta otorgó al norte del Duero. “La culpa es del Gobierno, que les mandó un informe falseado sobre el estado de conservación del lobo”, dice el consejero mientras escarba para los lados como los perros. A ver, a ver, artista: contar lobos (y pájaros y lagartos) ¿no es competencia tuya y de tus “verdes” de Medio Ambiente? Si no lo es ¿qué competencia tienes tú aparte de cobrar? Si lo es ¿le diste datos erróneos o los tergiversaron en Madrid? Si los tergiversaron en Madrid ¿qué seguimiento has hecho tú de ese informe y su remisión a Europa? ¿Por qué no recurriste?