Más solvente que brillante, el Astorga volvió a mostrar este sábado en La Eragudina las razones que le mantienen en solitario en lo alto de la tabla. El Ciudad Rodrigo, que compitió e incluso en algunos momentos llevó la manija del partido, se vio penalizado por su preocupante falta de gol. Sus jugadores no tiraron entre los tres palos defendidos por Llamazares una sola vez en todo el partido.
Enfrente, el Astorga, volvió a gestionar con su funcionarial eficacia un partido más. Un primer tranco de partido con exceso de centrocampismo se empezó a quebrar pasado el minuto 20 cuando los astorganos mandaron al poste del Ciudad Rodrigo un cabezazo a la salida de un córner. Fue un aviso, porque apenas diez minutos después, en el 32, Matos, que se había hecho dueño de la banda izquierda, ganó la línea de fondo y mandó un centro templado a Javi Álvarez, que sin marca, batió al portero de cabeza.
La profundidad y la capacidad del Astorga le habían dado esa ventaja para ir al descanso, aunque a Lago no le acababa de gustar cómo funcionaba el equipo.
Al regreso al campo tras la pausa sustituyó a Javi Amor dando entrada a Ribeiro. Fió en la generosidad física y la velocidad del joven berciano la punta del ataque del Astorga y el plan del míster astorgano funcionó: en una de sus infinitas recuperaciones de balón, ganó la línea de fondo y filtró un pase buscando el remate de un compañero. En lugar de eso, el balón rebotó en el pie del defensa mirobrigense Moriñigo para ir al fondo de la red. Se llevaban nueve minutos del segundo tiempo y ahí se acabó el partido.
El Ciudad Rodrigo empezó a descoserse al tiempo que el Astorga hilvanaba sus mejores jugadas: Ribeiro solo volvía loca a la defensa visitante con su rapidez y su capacidad de desborde y la grada ya tiene un nuevo héroe.
Fiel a su criterio de los últimos partidos, a partir del minuto 70, Lago introdujo su carrusel de cambios: sentó primero a Jesu y Del Valle para dar entrada a Manu Martín e Ivi Vales y más tarde hizo lo mismo con Cris Bueno y Álvarez para que recibieran el aplauso de la afición por su partidos redondos; en su lugar entraron David y Diego Peláez.
El partido de este sábado tuvo otra virtud importante para Lago: es el primero de la temporada en que el equipo consigue dejar su puerta a cero.
El siguiente encuentro, correspondiente a la jornada 6, será el sábado 12 de octubre a las 16:45 horas contra el Mansillés en el CM. La Caldera.