Cerrada desde 1998, la vieja fábrica de azúcar de Veguellina, ha registrado varios intentos para “hacer algo con ella”. El último es, simplemente, su conversión en dinero por parte de su propietaria, Azucarera, poniéndola a la venta por 2,1 millones de euros.
Ya hace más de veinte años se pretendió un proyecto urbanizador con viviendas de nivel para el espacio que había quedado libre y desmantelado tras el cese de la actividad, pero la propuesta, que nacía del Ayuntamiento de Villarejo, nunca fraguó en nada.
Ahora, un colectivo, El Cervigal, en defensa del Patrimonio del Órbigo, ha encendido las luces de alarma al ver que la empresa Ebro Foods, la propietaria del desmantelado complejo fabril, ha alertado sobre la posibilidad de que se evapore un ejemplo depurado de la arqueología industrial que ha sido sometido a desmantelamientos desde su cese de actividad.
Contraponen lo ocurrido respecto de la azucarera de Veguellina con lo que se hizo con la azucarera Santa Elvira de León, cerrada cinco años antes pero, reconvertida en un espacio de congresos y exposiciones y a la que el Ayuntamiento ha asignado para continuar su rehabilitación más de cuatro millones de euros.
«El Cervigal – Plataforma para la Defensa del Patrimonio del Órbigo» es una asociación nacida a principios de año para unir a la sociedad civil en la defensa del patrimonio de la Comarca del Órbigo. Su primer objetivo y origen de su fundación como colectivo: es la lucha por la recuperación de los terrenos y del patrimonio histórico industrial, actualmente en situación de ruina, de la Azucarera de Veguellina. (Fotografía de Ignacio Castañosa Ferrero – FB El Cervigal).