PASANDO EL PUERTO – Marco A. MACIA
La propuesta del PP para realizar una EBAU común alcanza tal nivel de sensatez como de incomprensión si no se comparte. No tiene ninguna lógica someter a los alumnos a exámenes diferentes para obtener un acceso a los mismos estudios universitarios. La nota de esa prueba, hoy de obtención desigual, junto con su rendimiento académico determinará indudablemente su futuro. Y en algo tan relevante no pueden existir diferencias que provoquen desigualdad por una mera cuestión territorial o de competencias. Si el acceso a las universidades es libre, con el condicionante de la nota, es profundamente injusto que la obtención de esa nota contemple diferencias por regiones y, aún, por provincias. La llamada nota de corte de cada facultad, fijada por la ley de oferta y demanda de plazas, facilita ventajas y desventajas a los alumnos examinados con variables distintas, condiciona el movimiento de estudiantes entre comunidades, acota los estudios y, en el fondo, forma peores profesionales y nos hace peor país. El afán de sentirse diferente por origen llega a tal absurdo que ni en el nombre logramos consenso. Lo que aquí es EBAU, allí es EVAU. Aunque suenen igual profundizan en la tontería, sin be larga ni uve corta.