Después de que la edición del martes EL FARO ‘destapara’ el cierre de los museos Casa Panero y Romano ‘a golpe de cartel’ por falta y reestructuración de su personal, tal y como explicó a esta redacción el concejal Tomás Valle, el equipo de gobierno emitía este miércoles un comunicado para matizar que “nadie del equipo de gobierno municipal ordenó la colocación de los carteles aparecidos en ambas instalaciones anunciando su cierre”.
El gobierno municipal aduce que “se desconoce quién o quiénes fueron los responsables de la colocación de dichos anuncios y si lo hicieron de motu proprio o a instancia de terceros”. Lo curioso del asunto es que el cartel de la Casa Panero -el del Museo Romano no porque la instalación abrió con normalidad el martes- que lleva desde el viernes en la puerta de la instalación, continuaba en el día de ayer en el mismo sitio, nadie se había tomado la molestia de retirarlo, aunque sí se colocó otro informando a los posibles visitantes que para ver la casa debían pasar por la Oficina de Turismo.
Así, dan ‘por buenas’ las explicaciones del concejal de Cultura “respecto al problema de falta de personal de manera temporal es cierto y viene motivado por descanso de los trabajadores, finalización de contratos de alguno de ellos y reorganización del servicio”.
Como ya había detallado Valle, algunos de los trabajadores adscritos al Museo Romano tienen contratos de duración determinada y una vez que finalizan no pueden prorrogarse ya que “la RPT establece su duración y jornada”.
En este sentido, aclararon que “este gobierno, no va a incurrir en contrataciones ilegales con informes de los servicios de secretaría y de intervención advirtiendo de la ilegalidad de estos”, al tiempo que criticaron que “otros sí lo hicieron convirtiendo esta práctica en habitual, generando perjuicios importantes al Ayuntamiento, recurriendo a contratos ilegales y arbitrarios, incumpliendo los principios de igualdad, mérito y capacidad, y por estos incumplimientos, en determinados servicios, hasta el 75% de la plantilla existente en aquellos han adquirido el carácter de indefinido por sentencias judiciales”.
Según el equipo de gobierno, “esta práctica ha sido habitual en la contratación de monitores de deportes, profesores de música, operarios de servicios o museos, trabajadores de ludoteca o de los servicios administrativos porque así es como entiende el socialismo los principios de igualdad y merito”.
Lo llamativo del asunto es que los servicios tanto de secretaría como de intervención, éste último con algunos cambios en su personal, siguen siendo los mismos que en legislaturas pasadas en las que los contratos salían adelante, entendemos que con reparo, con el fin de garantizar determinados servicios a los ciudadanos, algunos de los cuales ahora no se ofrecen como es el caso de las aulas de deporte y salud u otros que han llegado tarde como la escuela de baloncesto.