La Basílica de la Sagrada Familia acogió este martes por la tarde la presentación del libro “Palacio Gaudí Astorga”, de Jairo Álvarez, un trabajo fruto de años de investigación sobre el Palacio Episcopal de Astorga, la obra de investigación más amplia y completa dedicada al monumento astorgano, uno de los tres edificios diseñados por Antoni Gaudí fuera de Cataluña.
El acto, al que asistió el obispo auxiliar de Barcelona, Monseñor David Abadías, el rector de la Basílica de la Sagrada Familia, Josep María Turull junto con miembros de la Junta Constructora como el presidente delegado, el arquitecto jefe y el director general, así como representantes de los demás edificios de Gaudí (incluida la Casa Botines de León y El Capricho de Comillas) y de las instituciones civiles, reunió a más de medio centenar de personas que descubrieron un poco más sobre el palacio diseñado por Gaudí en Astorga. Monseñor Abadías, fue el encargado de dar la bienvenida al acto y de presentar a la delegación astorgana. Destacó el “rigor y el esfuerzo” del autor Jairo Álvarez para “darnos este regalo que podemos compartir entre Astorga y Barcelona, hoy unidos por Gaudí”.
“En 1913, el obispo de la diócesis de Astorga en aquel momento, D. Julián de Diego García y Alcolea, con autoridades y vecinos de Astorga celebraron algo realmente importante y es que, después de años de trabajo y grandes dificultades, se daban por finalizadas las obras del Palacio Episcopal que D. Juan Bautista Grau había encargado realizar al gran arquitecto Antonio Gaudí. Hemos querido conmemorar aquel acontecimiento de una forma especial: regalando en su 110 aniversario a nuestro Palacio de Gaudí, el libro que recoge su historia y memoria. Y nos hemos querido hacer presentes aquí en Barcelona en una fecha muy especial: hoy se cumplen 172 años del nacimiento de Gaudí. Una historia que no sería posible sin la concurrencia ni la implicación y trabajo de tantas personas e instituciones. Los obispos, la diócesis, las administraciones, los políticos, los arquitectos, los directores, las diferentes empresas, profesionales y trabajadores que han hecho posible llegar hasta aquí”, comenzó el acto el director Víctor Murias. Tras agradecer personalmente la presencia y colaboración de autoridades religiosas y civiles.
Tras la intervención del director, quien explicó que “el libro se ha hecho con todo el cariño, cuidado y dedicación. Hemos querido que la sobre portada sea ya en sí misma una justificación para tenerlo; es uno de los planos que Gaudí diseñó para la construcción del Palacio. Estoy personalmente muy contento con el trabajo y espero que también sea del agrado de todos ustedes”, finalizó su intervención Murias. “Palacio Gaudí Astorga” es un trabajo de cuatro años con 600 páginas, 2150 notas a pie de página de aparato crítico, 50 páginas de bibliografía y más de 300 fotos, “alguna de ellas inédita”.
Por su parte, Jairo Álvarez, autor del libro, comenzó su intervención destacando la unión, con este acto, de las dos únicas obras de Gaudí propiedad de la Iglesia diocesana, la Sagrada Familia y el Palacio Episcopal de Astorga. Asimismo, destacó la importancia turística de Astorga entre los que “destaca el Palacio Episcopal. Éste ha pasado de ser uno más de los motivos para visitar la capital maragata, a ser el principal, el centro irradiador e imán para atraer a gaudinistas y turistas”. “El Palacio se debió principalmente a dos reusenses: el obispo Juan Bautista Grau Vallespinós, y el novel arquitecto Antonio Gaudí. Contra viento y marea, soportando todo tipo de problemas, críticas y sinsabores, como prelado y arquitecto, lograron no sólo elevar el majestuoso Palacio Episcopal, sino y, sobre todo, trabar una fecunda amistad que marcó al joven Gaudí para siempre”. Unidos por un vínculo de origen, ambos procedentes del Baix Camp de Tarragona, interesados en la arqueología y el movimiento de la Renaixença, y “entre ambos surgió una simbiosis que parece que fraguó en el sentimiento cultural catalanista que les unía”.
Durante la presentación del libro, Álvarez desgranó la relación entre el obispo Grau y Gaudí cuyas conversaciones “en unión a las rúbricas del Misal Romano y las del ceremonial de Obispos, encuadraron en la ortodoxia la religiosidad creciente de Gaudí, y le enseñaron que el arte cristiano está al servicio de la liturgia, que el arte no es un fin sino un medio, una ofrenda al Señor”. “Pero si Gaudí descubrió en Astorga una preocupación por la espiritualidad y la liturgia, debemos indicar que también creció su preocupación por el mundo de los obreros. La jerarquía de la Iglesia veía con impaciencia el auge del movimiento obrero y la falta de líneas directrices que trazasen el cuidado y atención de los mismos por la novedad que constituía.”
Desgranó el trabajo condensado en el libro “Palacio Gaudí Astorga” y concluyó su intervención señalando que “el Palacio no es hijo de una época concreta, puesto que su construcción y adorno se ha diferido a lo largo de distintas y sucesivas décadas. Por ello, podemos decir que la nueva Obispalía asturicense ha sido camaleónica. Ha sido y es un edificio vivo, con capacidad de adaptación a todos los destinos y obras que se han pensado para él, sin oponer apenas resistencia a esos cambios, y eso a pesar de su sinuosidad y complejidad estructural.”
Cerró el acto el obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández González, quien señaló que “la relación entre Cataluña y Astorga ha sido próspera y fecunda, sostenida por acontecimientos históricos como la Reconquista, y culturales y religiosos como el Camino de Santiago, ganando en intensidad especialmente desde finales del siglo XIX y a lo largo del XX. En octubre de 1886 arribaba a tierras maragatas el Obispo Grau Vallespinós. A él le han sucedido una serie de obispos catalanes que han contribuido a la mejora del Obispado asturicense y sus gentes a lo largo del siglo XX. Podemos decir que un eje vertebrador fundamental de este especial vínculo ha sido y sigue siendo el Palacio de Gaudí, ligado para siempre a los desvelos de algunos obispos”.
A este respecto, refirió a los obispos catalanes que han pasado por el Palacio, como Castelltort quien decidió continuar las obras en el Palacio para convertirlo en vivienda o monseñor Marcelo Gónzalez Martín, obispo auxiliar de Barcelona y, más tarde, arzobispo, quien decidió abrir el palacio al público como Museo de los Caminos y monseñor Antonio Briva Mirabent que concluyó residir en el Seminario de Astorga para dejar el Palacio como sede del Museo. “Señalar también que, en 1989, y con motivo de los actos de centenario de la colocación de la primera piedra del Palacio Episcopal, se produjo un hermanamiento entre las ciudades de Reus y Astorga. Finalmente, quiero reseñar que, entre el 20 de febrero y el 20 de mayo del año 2018, se celebró la exposición «Gaudí y la Sagrada Familia. Una experiencia interior», merced a la cual se pudo suscribir un acuerdo con la Fundación Junta Constructora del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Asistieron a la inauguración el cardenal Omella, el presidente delegado de la Junta Constructora Esteve Camps y el director general Xavier Martínez. Desde entonces se mantiene una magnífica relación de colaboración entre las dos diócesis y las dos obras de Gaudí, relación que esperamos continúe en el futuro”.
Visita Cultural y Misa conmemorativa en la Cripta
El obispo de Astorga, monseñor Jesús Fernández, celebró a las 9 de la mañana una eucaristía en la Cripta en la que se encuentra enterrado el arquitecto catalán, recordando el 172º aniversario del nacimiento de Gaudí. Mosén Josep María Turull, rector de la Basílica, presentó el acto al que acudieron numerosas personas.
Tras la celebración, el prelado asturicense firmó el Libro de Honor en la Sacristía de la Basílica y fue guiado en una visita cultural por la Sagrada Familia acompañado por el director del Palacio y el autor Jairo Álvarez. Mosén Turull guio a la delegación astorgana por la arquitectura e historia del monumento barcelonés retratando el legado del arquitecto Antoni Gaudí.