SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Con los escritos de Enrique Ramos en este periódico se puede estar más o menos de acuerdo, pero como suelen estar documentados, sus argumentos acaban siendo difícilmente rebatibles. El sábado 18 bajo el título “El trampantojo electoral” venía a decir que lo del parlamento europeo que vamos a elegir el 9 de junio es un teatrillo y que lo “gordo” lo maneja la Comisión Europea.
Confieso que me sentí sorprendido. Pensé: “si Europa nos dice si podemos o no cazar lobos, lo que podemos sembrar, cómo recogemos la basura, hasta cómo gestionamos las cookies del ordenador ¿Cómo dice que estas elecciones son poco menos que un engaño?”
Pues efectivamente; no han tardado ni un día en darle la razón al señor Ramos: la publicidad electoral habla de derogar al sanchismo, de la fachosfera, de lawfare… ¿Pero no íbamos a hablar de Europa y de lo que nos arreglan o estropean desde allí? No oigo propuestas sobre medio ambiente, sobre protección de la industria o de los productos agropecuarios europeos, sobre concentraciones bancarias… Solo la misma basura que depone cada día radio, prensa, TV o internet en clave nacional.
Como sugiere el sr. Ramos, saben que en el parlamento no se van a sustanciar esas cosas, por eso ni las citan. Zeus disfrazado de toro blanco raptó a la princesa fenicia Europa para desposarla. Ahora raptan la voluntad de los europeos. El 2.0 sustituye a la mitología