Veinte años y cuatro mil millones de euros después, por fin se abría este miércoles el túnel ferroviario bajo el puerto de Pajares que allana las distancias entre Asturias y León.
Las vías del AVE “mueren” de momento en Pola de Lena por lo que hasta Asturias solo van a circular trenes de rodadura desplazable que permitan adaptar la distancia de los ejes a la anchura ibérica que mantiene el tendido hasta Oviedo y Gijón.
Con todo, el viaje desde León a Oviedo se reducirá a menos de una hora y diez minutos.
El tren Alvia en el que viajaban el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, además del Ministro de Transportes, Óscar Puente, y que ha servido para inaugurar la variante ferroviaria de Pajares llegaba a Oviedo a las 16.45 horas tras partir de la estación de Chamartín-Clara Campoamor de Madrid a las 13:35. De esta forma, el tren completaba el viaje en tres horas y diez minutos, ocho minutos menos de lo previsto tras haber salido de la capital española con cinco minutos de retraso.
El viaje lo ha cubierto también el presidente del Principado, Adrián Barbón, mientras que su homólogo de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, se ha subido al tren en León, donde el convoy ha hecho su única parada a las 15.39 durante diez minutos. Entre las autoridades que se han subido al tren en León se encontraban, además de Fernández Mañueco, el alcalde de la ciudad, José Antonio Diez, y la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, así como los líderes sindicales y de la patronal de la provincia, además del presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Couriel.
Tras la llegada a la capital asturiana se llevó a cabo el acto inaugural de la nueva infraestructura con las intervenciones de Sánchez; del ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y de los jefes de los ejecutivos de ambas comunidades.
La variante de Pajares, una infraestructura de 49,7 kilómetros, de los que el 80 por ciento son túneles, comenzó a ejecutarse en 2004 y ha supuesto una inversión de unos 4.000 millones de euros para atravesar la Cordillera Cantábrica y reducir en una primera fase en 75 minutos el tiempo de viaje entre Madrid y Oviedo -con paradas- hasta situarlo en tres horas y treinta minutos.
La nueva infraestructura constituye un trazado alternativo al inaugurado en 1884 por Alfonso XII, tatarabuelo de Felipe VI, y discurre entre La Robla (León) y Pola de Lena (Asturias) a través de catorce viaductos y doce túneles, entre ellos el de casi 25 kilómetros que horada el puerto de Pajares. Considerada la obra ferroviaria más compleja hecha en España por sus dificultades técnicas tanto en fase de obra como de proyecto por las características geotécnicas del macizo que atraviesa, se prevé que la cifra anual de viajeros que llegan en tren a Asturias pase de 230.000 a 600.000.