SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Es un himno mítico del heavy metal el que la banda australiana AC/DC compuso allá por los años 70 y que se sigue coreando. Esa “autopista al infierno” parece que es aplicable a la AP-71 León-Astorga. No va al infierno geográfico en ninguno de sus dos extremos, pero su génesis, gestión y realidad, son verdaderamente diabólicas.
Viene el preámbulo rockero a lo que ocurre desde el día 1 con los conductores de camiones que usen recurrentemente la autopista León-Asturias. Se pueden ahorrar hasta un 60% del coste del peaje, que echando cuentas entre el ahorro de tiempo y el de combustible por el tortuoso puerto de Pajares, es posible que salga a cuenta. Pero ¿y la León-Astorga? Bien gracias. El consejero de Fomento prometió, como bien recuerda EL FARO, una medida similar para que los camiones descongestionasen la saturada N-120. Luego resultó que era jurídicamente imposible, que había sido un calentón de boca del señor Suárez Quiñones. ¿Qué pasa, que una y otra autopista están situadas en países distintos? ¿Están sujetas a distintas leyes? Posiblemente así sea por las condiciones de la concesión, pero ¿no está presumiendo el presidente don Pedro Sánchez, que “nosotros con el BOE”?. Pues eso: haga normas y haga cumplirlas. Y procure no tomarnos el pelo.