PIEDRA DE AFILAR – Enrique Ramos
La información que en páginas interiores de este Periódico recoge los datos de la concentración por la reapertura del ferrocarril de la Vía de la Plata incluye un comentario de un curioso que «pasaba» por la plaza Mayor diciendo que «había más políticos que personas».
No fue un lapsus: el paseante lo soltó con toda la intención y en esa frase hay más miga de la que parece. Se supone que las concentraciones y manifestaciones en la calle están para que se sume a ellas el personal en general; los que quieren expresar con su presencia su interés por algo que se ha de resolver en foros a los que no llegan.
Pero resulta que básicamente lo que había en la plaza Mayor de Astorga el sábado por la mañana, eran personas que sí tienen acceso, más o menos directo, a esos espacios administrativos donde se decide si se hace y por dónde el fementido tren. Así, que dado que la gente «en general» parece que ya no traga con esas movilizaciones, si los que salieron a la plaza son los que pueden influir en los despachos para que el tren vuelva a circular por la vía del Oeste, igual deberían concentrarse un poco más en sus funciones administrativas y dejar de andar sujetando pancartas y banderas. El ruido en la historia de España, que se recuerde, no ha puesto traviesas.