Arandina y Astorga rivalizaron este sábado en tenerse respeto sobre el césped del Montecillo.
El hoy denominado estadio Juan Carlos Higuero acogía un partido de primero contra segundo, ambos equipos con las delanteras más eficaces del grupo, pero su producción ofensiva fue escasa.
Como en el partido de la primera vuelta en Astorga, fueron los burgaleses quienes tuvieron por momentos el tempo del partido, pero también fueron los astorganos los que propusieron más verticalidad.
Lago sacó su equipo previsible, sin el sancionado Manso, con una defensa en la que Jesu acompañaba como central a Jony y con otra novedad: dejó en el banco a Aleixo y probó con la movilidad de Ribeiro como «verso libre» en el ataque quizás pensando en su velocidad en un balón dividido.
Y ese fue el guión: tanto Arandina como Astorga confiaron a sus porteros el saque largo para iniciar jugada evitando la construcción desde su propio campo con lo lo que eso conlleva de imprecisiones.
En el primer tiempo, la Arandina estuvo a punto de dar un susto al Astorga en una serie de rechaces en el área, pero bajo palos, un defensa astorgano sacó de cabeza un balón que se colaba con Llamazares superado.
En la segunda parte, el Astorga acentuó algo más su verticalidad y devolvió en otra jugada embarullada en el área local la ocasión de gol que la Arandina había tenido en el primer tiempo. En esta ocasión fue el portero burgalés el que en dos ocasiones desbarató los remates visitantes, en especial una espectacular chilena de Ribeiro. Era el minuto 52 y el Astorga apretaba; apenas dos minutos después, Carlos Mas se hacía con un balón, dejaba atrás a su par y batía al portero arandino, pero el árbitro apreció un fuera de juego que, de existir, fue muy al límite.
En ese «diálogo» de respetos, ni Arandina ni Astorga llegaron muchas más veces con nitidez al área rival.
Lago buscó refresco a sus hombres sentando a Javi Álvarez para dar entrada a Pablo Valle y a falta de solo diez minutos para el final, activó otra ventana de cambios con Aleixo Cabral y Manu Martín que saltaron al campo sustituyendo a Cris Bueno y Ribeiro.
Con el tiempo ya cumplido, en el 91, Albertín volvió a tenerla: un balón largo que los atacantes del Astorga en posición desdeñaron regresando del fuera de juego, no fue defendido con tensión por un defensa local y en una carrera sacando fuerzas de donde no había, Albertín llegó, se plantó ante el portero arandino, pero ya muy urgido, estrelló el balón contra él. Izan salvaba a su equipo por tercera vez cuando ya no hubiera habido casi ocasión de respuesta.
El resultado mantiene a la Arandina como líder y al Astorga como segundo, más allá de que el domingo, el Tordesillas pueda sumar tres puntos, que darían un empate con el Astorga deshecho por el mejor balance de goles astorgano.
El sábado 25, desde las 16.30, vuelve tras más de un mes, el fútbol a La Eragudina con la visita del At. Bembibre.