Camino Francés Federación criticaba este jueves en redes sociales la decisión de la Catedral de Santiago de actualizar los criterios para la obtención de la Compostela introduciendo modificaciones significativas.
Según explicaban, hacía pocas semanas Camino Francés Federación mantuvo una reunión con responsables de la Catedral y la Oficina del Peregrino para «trasladar su preocupación y corroborar la veracidad de esta información». Durante el encuentro, se confirmó la existencia de estos cambios en los criterios de la Compostela «por lo que CFF solicitó que se hiciera una aclaración pública ante el desconcierto generado entre los peregrinos».
Finalmente, la Catedral atendía esta petición y actualizaba su página web para reflejar con mayor claridad los nuevos requisitos. Así, en la web de la Oficina de Peregrino se detalla que en el caso de la peregrinación a pie o a caballo es preciso «haber realizado 100 kilómetros continuos en dirección a Santiago en un mismo camino de los identificados en el sistema informático del Centro Internacional de Acogida al Peregrino. La última etapa para completar el número de kilómetros será, al menos, la inmediatamente anterior a la llegada a la Catedral».
Se añade que, en el caso de empezar el camino fuera de España por alguno de los caminos identificados en el sistema del Centro Internacional de Acogida al Peregrino, «el número de kilómetros continuos en territorio nacional español no será inferior a 70 kilómetros». En la propia web figuran los caminos oficiales que son: Camino Francés; Camino del Norte; Camino Primitivo; Camino Inglés; Camino de Fisterra – Muxía; Camino Portugués del interior; Camino Portugués de la costa; Vía de la Plata o Camino Mozárabe y Camino de invierno.
Para peregrinación en bicicleta, es necesario haber recorrido 200 kilómetros en las mismas condiciones que la peregrinación a pie y en el caso de la peregrinación a vela es preciso haber navegado 100 millas náuticas y terminar el resto del Camino a pie desde el puerto en el que se haya desembarcado, con los correspondientes sellos en la credencial de las etapas a pie.
Según detalla CFF, anteriormente era necesario recorrer al menos los últimos 100 kilómetros hasta la tumba del Apóstol. Sin embargo, ahora se establece que se deben completar 100 kilómetros en un Camino reconocido, sin importar donde, siempre que la última etapa antes de llegar a la Catedral sea, como mínimo, la inmediatamente anterior. Además, se ha añadido un nuevo requisito para quienes comiencen su peregrinación fuera de España y es que se exige que el tramo continuo dentro del territorio español no sea inferior a 70 kilómetros.
«Desde Camino Francés Federación (CFF), creemos que la modificación de los criterios genera confusión tanto en las comunidades peregrinas internacionales como en la española, dificultando la comprensión de las normas. Más aún, consideramos que estas variaciones desvían el foco de lo verdaderamente esencial: el Camino de Santiago no es una simple ruta a completar, sino una peregrinación en su sentido más profundo: un acto de sacrificio y esfuerzo personal que simboliza la propia vida. Cada jornada de caminata, con sus dificultades y superaciones, refleja el camino existencial del ser humano en busca de una meta que va más allá de lo físico. Es en la renuncia al confort, en la perseverancia y en el aprendizaje del desapego donde reside el verdadero valor del peregrinaje», denuncian en su perfil de Facebook.
Asimismo, defienden que es «importante peregrinar a Santiago recorriendo el mismo Camino que generaciones de peregrinos han transitado durante siglos, y no cualquier otro recorrido. No se trata solo de una cuestión geográfica, logística o de egos, sino de una experiencia cargada de significado histórico, espiritual y simbólico, en la que cada paso resuena con la memoria de quienes han buscado en este Camino un encuentro consigo mismos, con los demás y con lo trascendental».
Desde CFF critican que «los recientes cambios en la normativa de la Compostela atentan contra esta esencia del Camino, porque reducen la peregrinación a un criterio numérico que desvirtúa su verdadero sentido. Al permitir que se sumen kilómetros de distintos trayectos sin recorrer una distancia significativa de forma continua, se fragmenta la experiencia y se pierde el proceso de transformación personal que solo el esfuerzo prolongado y la inmersión en el Camino pueden proporcionar».
Además, continúan, «al introducir excepciones en función del punto de partida y el territorio recorrido, se genera una confusión innecesaria que resta claridad y unidad a la tradición jacobea. En lugar de fortalecer la identidad del Camino, fomenta la obtención de un certificado, sin haber vivido realmente el espíritu del Camino. ¿A dónde vamos?», finalizan en su comunicado.
