SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Seguimos espeluznados una semana después por las consecuencias de lo que ha caído, sobre todo enValencia, aunque no solo, preguntándonos hasta cuándo seguirán saliendo muertos. Seguramente alguno no llegue a salir y alguno sea devuelto a las playas como ya ocurrido ya en el pasado fin de semana en ese Mare Mortum, que lo mismo digiere al cadáver que llega de la fuerza del río como al que llega de la fragilidad del cayuco.
Pero en todo eso, nadie quiere ser responsable. Viendo lo burdamente que se procura escurrir el bulto sobre las obligaciones de alertas y prevenciones primero y sobre la eficacia y coordinación de los remedios después, no puedo evitar citar a Enrique Ramos, periodista de este diario, cuando habitualmente moteja a las comunidades autónomas de «administraciones adolescentes». Pero cuidado, que no solo es problema del incapaz, sino también de quien no es lo suficientemente resolutivo para neutralizar esa incapacidad despojándole de sus atribuciones si hace falta.
Un post en la red X lo condensa muy bien: «le encargas a tu hijo de quince años que cuide de tu hijo de seis. Y como está con sus amigos y no mira para él, el pequeño acaba quemado y con un brazo roto. El problema es tuyo y en quién delegas».