Este domingo, 12 de noviembre, se celebra el Día de la Iglesia Diocesana que este año lleva por lema «Orgullosos de nuestra fe» y que busca implicar a los diocesanos y toda la sociedad al sostenimiento de las distintas actividades que se realizan en la Diócesis de Astorga.
Como viene siendo habitual, habrá una colecta especial en todas las parroquias diocesanas y desde el Obispado de Astorga siguen apostando por la transparencia dando a conocer no solo sus gastos e ingresos del pasado año sino todas las actividades celebrativas, pastorales, educativas, misioneras, culturales, caritativas y asistenciales, tal y como expusieron este jueves el Obispo, Jesús Fernández, y el ecónomo, Celestino Mielgo.
Durante el pasado año, la Diócesis de Astorga ingresó 7.046.862,62 euros, de los que más de 50% (3,5 millones) llegaron de la asignación tributaria (Fondo Común Interdiocesano). Casi el 20% fueron aportaciones directas de los fieles (1,3 millones), casi 17% provinieron de otros ingresos corrientes (1,1 millones), algo menos del 4% fueron ingresos por patrimonio y otras actividades (270.000 euros) y un 8,55% de ingresos extraordinarios (600.000 euros).
En el otro lado de la balanza está el apartado de gastos que ascendió a 5.881.444,90 euros, de los que casi el 40% (2,3 millones) se destinaron a conservación de edificios y gastos de funcionamiento. Casi el 30% de los gastos (1,7 millones) fueron para las retribuciones del clero más otros 359.992 euros (6%) para el personal seglar; más de 20% (1,2 millones) fueron para acciones pastorales y asistenciales y el resto se destinó a aportaciones a los centros de formación y otros gastos extraordinarios.
En comparación con el 2021, la diócesis ingresó un 10% más ya que los ingresos en ese año se situaron en 6,3 millones, equilibrados en ese ejercicio con los gastos. Con estas cuentas, la Diócesis de Astorga tendría «un superávit» de 1,1 millones de euros pero el ecónomo precisó que esta variación entre los ingresos y los gastos se debe a las aportaciones de las Diputaciones con fondos para rehabilitación de edificios que vienen de la anualidades anteriores y que no se habían abonado.
Más allá de las ‘cifras frías’, el prelado asturicense destacó la gran labor de la Iglesia que «está no solo cerca de Dios sino también de los demás, de la sociedad» y tuvo un especial agradecimiento a todos los que son «corresponsables con su iglesia ya sea con su tiempo, su oración o con su apoyo económico».
La memoria del pasado año recoge además las distintas actividades que se realizaron en la Diócesis de Astorga. En la parte celebrativa, se reflejan los 506 bautizos, 203 confirmaciones, 367 comuniones y 120 matrimonios celebrados el pasado año en «una diócesis envejecida», apuntó Celestino Mielgo que detalló que hay 195 sacerdotes diocesanos (162 en activo) y 974 parroquias, siendo la de Astorga la segunda diócesis con más parroquias solo por detrás de Burgos aunque aclaró que en lo que se refiere al número de edificios la cifra llega hasta 1.400. Nuestra diócesis cuenta además con 184 catequistas, 171 religiosas y religiosos, 75 monjas y monjes de clausura, dos seminaristas mayores y tres menores y 10 monasterios.
En lo referido a la actividad misionera, contamos con 271 misioneros -la cuarta de España en este ámbito- y en la parte educativa hay 12 centros católicos concertados, con 4.641 alumnos, 92 trabajadores y 431 personal docente. Otra de las ‘patas’ en la que se sustenta Nuestra Iglesia, son las actividades culturales con 33 inmuebles declarados Bienes de Interés Cultural (dos más en proceso), 13 proyectos de construcción y rehabilitación el pasado año contando con 12 celebraciones religiosas o fiestas de interés provincial, autonómica o nacional.
Aunque sin duda «la joya de la corona» de la Diócesis de Astorga es su actividad caritativa y asistencial ya que el pasado 2022 se atendió a casi 30.500 personas a través de 35 centros destacando especialmente la labor de Cáritas que con 195 voluntarios atendió a más de 5.500 personas o los ocho centros para mitigar la pobreza que llegaron a más de 6.100 personas.
Celestino Mielgo destacó que esta campaña busca la implicación de los diocesanos para «ser corresponsables» pero no solo es un llamamiento para los cristianos sino para todos aquellos que se ven beneficiados por los programas impulsados desde nuestra iglesia. El ecónomo explicó que «estamos lejos de conseguir la autofinanciación que sería deseable y posible si cada habitante de la diócesis o incluso la mitad de ellos, unas 115.000 personas, aportaran un euro a la semana. Estos nos permitiría hacer frente a los gastos, especialmente de patrimonio, y destinar lo que llega de la asignación tributaria a fines sociales.
Por último, Fernández y Mielgo recordaron que portal www.donoamiiglesia.es está operativo para que toda aquel que lo desee pueda hacer sus donativos a la Diócesis e incluso a una parroquia concreta, un portal por el que el año pasado llegaron 26.000 en donativos. Además, se mantiene abierta la campaña ‘Parroquias solidarias’ para ayudar con donativos a que las pequeñas parroquias puedan afrontar obras necesarias, una acción de y para la diócesis, un proyecto en comunión y corresponsabilidad que se mantendrá en el tiempo.