El Obispo de Astorga, Jesús Fernández, y el vicario de Pastoral, José Manuel Carrasco, presentaban este miércoles el nuevo Plan Pastoral de la Diócesis de Astorga para los próximos cinco años (2023- 2028) y que lleva por título «Se volvieron a Jerusalén. Hacer grande la comunidad» y que pone el acento, tal y como detalló el prelado asturicense y recoge en su Carta Pastoral, «recordar que la Iglesia está abierta a todos y es un lugar de acogida, de puertas abiertas».
El objetivo general de este Plan, que engloba 60 acciones, es afrontar el reto de la evangelización en la Diócesis de Astorga transformando la estructura diocesana y sus actividades hacia una pastoral más evangelizadora, teniendo como herramienta de conversión pastoral la implantación de las Unidades Pastorales, siguiendo los itinerarios de primer anuncio, acompañamiento, formación y presencia en la vida pública.
Estos cuatro itinerarios se trabajarán cada año y uno a uno y se dividirán en tres grandes ámbitos: evangelización, liturgia y caridad. Monseñor Fernández detalló que en un mundo marcado por la desvinculación y el alejamiento de Dios y de la Iglesia «todos necesitamos amor, todos necesitamos a Dios». El Obispo explicó que como iglesia diocesana «queremos recorrer estos caminos juntos, en sinodalidad, en comunión y corresponsabilidad, acercar personas y hacer comunidad con una Iglesia que no se encierra en sí misma sino que se abre a dialogar con el mundo y se pone al servicio de sus hermanos».
El primer anuncio, que abarca el periodo 2023-24, busca acercar a Dios «a los que se han alejado y a los que no lo conocen» creando ámbitos de encuentro con no creyentes, acercando el patrimonio artístico a la sociedad y formando voluntarios en el acompañamiento al duelo. El segundo itinerario (2024-25), detalló el vicario de Pastoral, se centra en el acompañamiento con equipos en las UPAS y ampliando el horario de nuestros templos, además de crear un centro de escucha y visitadores para atender a personas mayores en situación de soledad. El tercer itinerario se centra en los procesos formativos (2025-26) impulsando esa formación a través de centros educativos y la Escuela Diocesana de Evangelizadores en las Unidades Pastorales. El último se centra en la presencia pública (2026-27) con grupos de reflexión y obras caritativas correspondiendo el plazo hasta 2028 a una reflexión y análisis de la implementación del plan y lo que se puede mejorar de cara al siguiente.
Desde la Diócesis se ha creado un vídeo promocional de este nuevo plan en el que se anima a todos «a amar a Cristo con alegría, valentía e ilusión, todos unidos porque todos somos importantes y cada uno de nosotros hacemos grande nuestra comunidad».