Dos de las tres fábricas que Azucarera tiene en Castilla y León ya se encuentran a pleno rendimiento. El pasado 21 de octubre abría sus puertas la molturadora de Toro (Zamora), a la que llegará remolacha de la provincia zamorana pero también de Salamanca, Valladolid y León. Y el 29 de octubre lo hacía la fábrica de Miranda de Ebro, un día después de lo previsto debido a las intensas lluvias caídas, y ya está recibiendo raíz de diferentes puntos de Burgos, Palencia, País Vasco, La Rioja, Navarra y Huesca.
Como viene ocurriendo desde campañas pasadas, la fábrica de Toro recibirá remolacha de la provincia de León hasta la apertura de la molturadora de La Bañeza, que está previsto que abra sus puertas en el mes de enero, y viceversa. De esta manera, los agricultores de tendrán a su disposición desde octubre y hasta finales de mayo siempre una fábrica abierta, pudiendo entregar la remolacha cuando ésta haya alcanzado su madurez y su estado óptimo.
Cabe recordar que esta campaña será larga, puesto que la superficie sembrada en el norte supera las 23.000 hectáreas. En la zona de Miranda de Ebro (Burgos) se ha registrado un importante crecimiento alcanzando las 4.500 hectáreas, lo que se traduce en casi un 40% respecto a la campaña anterior, un aumento que se ha repetido en todas las zonas que abastecen a la fábrica mirandesa (Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra y Aragón).
“Los agricultores han visto clara la rentabilidad de la remolacha frente a otras alternativas”, apunta Salomé Santos, quien matiza, además, que Azucarera ofrece la alternativa del modelo de cultivo compartido que “da mayor seguridad al garantizar un ingreso mínimo”.
En cuanto a la zona de influencia de la fábrica de Toro, en Zamora, se han sembrado más de 8.000 hectáreas, lo que supone un aumento de un 26% respecto a la campaña anterior. El mayor crecimiento ha tenido lugar en la provincia de Salamanca gracias a la incorporación del nuevo regadío de La Armuña (en la zona de Riolobos) dónde se han sembrado más de 1.000 hectáreas de remolacha. Azucarera ha establecido una colaboración con los agricultores para conseguir sacar el máximo potencial a la remolacha en esas nuevas parcelas.
Mientras que la provincia de León ha sido la que más hectáreas de remolacha sembrada ha registrado, con 10.500. “No recordamos tanta superficie en la provincia de León y entregando en la fábrica de La Bañeza desde hace muchísimos años”, explica la directora Agrícola de Azucarera, Salomé Santos. Solo de la campaña anterior a la actual, el incremento superficie ha sido de un 33%, puesto que el año pasado se sembraron 7.500 hectáreas.
El cultivo compartido, la gran demanda de los agricultores
El cultivo compartido se ha convertido en toda una revolución para los agricultores. Cada vez son más los que se decantan por esta forma de cultivar remolacha, tanto es así que esta campaña, de las 23.000 contratadas en el norte con Azucarera, el 50% corresponden a esta modalidad.
Y es que Azucarera ha sido pionera en cambiar, por completo, la manera de cultivar la remolacha, convirtiéndola en un cultivo rentable, seguro y… cómodo. Desde que puso en marcha este cultivo, se ha consolidado como una de las opciones más interesante para los agricultores, ya que son ellos los que deciden qué tareas quieren hacer y cuáles quieren que les hagan. Esta mayor colaboración con los agricultores, a través de los modelos compartidos, permite a Azucarera desarrollar herramientas tecnológicas que consiguen que el cultivo se pueda gestionar con una mayor eficiencia, realizando las labores en el momento más óptimo y con las dosis adecuadas, consiguiendo, de este modo, mayores producciones con un uso más responsable y eficiente de los recurso.