La Catedral de Astorga acogía este pasado sábado el arranque oficial de la Semana Santa 2025 con el pregón a cargo del periodista Magín González Rubio (Magín Revillo).
La presidenta de la Junta Profomento, Raquel Rodríguez, fue la encargada de presentar este acto que «abre una Semana de Pasión que tanto hemos esperado y en la que tanto trabajamos tanto a nivel espiritual como en la calle y que cuidamos con mucho esfuerzo». Rodríguez destacó que «debemos estar muy orgullosos de nuestra Semana Santa y tenemos un gran trabajo por delante para mantener lo que tenemos porque se lo debemos también a todos los que nos han precedido».
La presidenta de Profomento tuvo un especial recuerdo para José Antonio Juárez ‘Jajus’, «trabajador incansable de nuestra Semana Santa», una celebración que «crece y se va transmitiendo de generación en generación lo que es la base del éxito junto con la hermandad y la unión que hay entre las cofradías». Rodríguez agradeció al Ayuntamiento su apoyo así como al Obispado en la figura del Obispo y el asesor religioso de la Junta Profomento antes de dar paso a detallar la figura del periodista y pregonero Magín Revillo que dedicó su pregón, titulado «Me alegro», a otros dos pregoneros de nuestra Semana Santa: Juan María González Gullón, su padre, y Alberto Delgado Cebrián, «por enseñarme a descubrir por qué los astorganos siempre se alegran».

El periodista, convertido en pregonero, ofreció un pregón cargado de emoción y recuerdos de «Astorga, nuestra Astorga, mi Astorga, que es un barrio muy grande donde todos creemos conocernos». Arrancó dando las gracias por «el pregonero de la Semana Santa de Astorga este 2025, frente a este Cristo de las Aguas, en este año jubilar dedicado a la esperanza y que, siempre, nos recordará el sello del Papa Francisco».
«Pregono que en Astorga serán días para sumar enteros a la nueva Pasión, para exteriorizarlo al son de tambores y trompetas, incluso de carracas, música celestial firmada por bandas propias o ajenas. Música siempre para terminar envuelta en un silencio que solo romperá la Resurrección gozosa del Hijo que vuelve a ser Dios en toda su inmensidad y gozo. Así somos, así seremos y lo haremos una vez más. Primero, llamados al recogimiento, a la meditación, señas inconfundibles de nuestra identidad. Sobrecogimiento que nos eleva, que hace propia y diferente nuestra Semana Santa astorgana. Sencilla pero extraordinaria para no perder nunca la esperanza siempre repetida en un domingo glorioso representado en el atrio de esta Catedral», afirmó Magín porque «no podemos olvidar ni quiénes somos, ni a dónde vamos; vivir en la calle, con nuestras procesiones y nuestras cofradías, un tiempo nuevo».

«El mensaje de esta Semana Santa es el mismo que se repite desde hace siglos, solo cambia el envoltorio. Por eso, en este siglo XXI, aunque igual, todo es diferente. Diferente como este pregón que hace 41 años tenía a mi propio padre de celebrante. Si me comparo con él, no es necesario que diga que, a su lado, yo no soy digno ni de llamarme pregonero. Pero sí que, gracias a él, y a mi madre Angelines Rubio Fuertes, puedo entender y comprender lo mucho que va a estar en juego en esta nueva recreación de la Pasión que nos despierta, que nos convoca y que sin permitirnos el olvido vuelve hacernos sentir pueblo en busca de su Señor», detalló el pregonero que recordó la importancia y «obligación de contar en voz alta nuestras muchas semanas santas, contarlo y sobre todo contarlo a nuestros hijos, nietos, amigos de nuestros hijos y de nuestros nietos».
«Es bueno recordar, que la memoria nos lleve más allá de tambores y trompetas. Es necesario volar alto pero siendo capaces de pisar con fuerza el presente y soñar con el futuro», declamó Magín que pidió «compartir risas y llantos, rezar en público y en privado, pedir por esa Paz que se nos resiste», afirmó.

Para el periodista «la ‘bimilenaria’ está y sigue estando en plena forma, necesitada de avanzar sin excluir, porque nada es igual, pero en las diferencias también lucen sus encantos» e invitó a «mirarnos hacia adentro, para encontrarnos, para conocer- nos mejor mientras Él muere en la Cruz porque aparentamos preocupación porque el mundo está lleno de descreídos, pero preferimos echar la culpa a los otros sin acabar de hacernos culpables a nosotros».
No faltó una referencia a la Dolorosa y su próxima coronación, una madre «con hijos tan singulares y especiales como nuestro querido José Antonio Juárez, ‘Jajus'». En último término, recordó que «Astorga y los astorganos somos la ciudad y los únicos españoles capaces de pasarnos alegrándonos. Me alegro con Él y como Él».
La cita, que contó con la asistencia del Obispo de Astorga, Jesús Fernández, el alcalde, José Luis Nieto, y el coronel jefe del RALCA 63, Santiago Calderón, entre otras autoridades y representantes de cofradías, finalizó con un pequeño concierto a cargo de la soprano Eva García Juárez y la pianista Raquel Sutil Suárez.
