SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Lo de la Junta y su batacazos jurídicos está ya camino de ser homologado por el libro Guinnes de los récords.
Hace un par de días nos enteramos que el parque eólico Espina, que se hizo y se puso en funcionamiento a pesar de tener pendiente una resolución judicial que finalmente lo anuló, ha vuelto a ser anulado por otra resolución judicial porque la Junta hizo las modificaciones (se ve que no fueron suficientes) para que lo ilegal fuera legal. Bueno, pues ni con trampas; una nueva sentencia le dice a la Junta que ya vale de hacer de trileros y que esa nueva ordenación tampoco se ajusta a una norma que, además, ha elaborado la propia Junta.
Cualquiera que tenga ganas de pleitear y dinero y se sienta perjudicado por una norma de la Junta de Castilla y León, tiene un 90% de posibilidades de salirse con la suya: lo dice el balance de asuntos ganados-perdidos por la administración autonómica ante la Justicia.
Y es que o los regentes que se encargan de manejar el cotarro autonómico en Castilla y León pretenden imposibles legales, o los jurídicos a los que les encargan darles forma son unos inútiles integrales; pero que teniendo el campo y hasta el árbitro a favor, la Junta no sea capaz de ganar ni con trampas, es para hacérselo mirar.
