LAS TORCAS – Isidro MARTÍNEZ
Cada día aporta su sorpresa. No suele ser habitual, pero ocurre que una empresa astorgana lleva al juzgado al Ayuntamiento por impago de facturas. Asegura que tiene contrato, que le deben, que se llevó sus andamios gratuitos del edificio de plaza Mayor (un favor a la estética y a la Casona) y que el juez decidirá. El equipo de Gobierno es del PP, pero a veces hasta los nuestros se cansan.
Natalia Chueca es alcaldesa de Zaragoza por el PP. En mayo, la empresa de recogida de residuos de esta ciudad ha instalado islas de contenedores para facilitar la recogida selectiva en plaza Aragón, calle Independencia y plaza España (el centro del centro). Las colocan por la tarde y la recogen después de medianoche. Por si sirve el ejemplo para clarificar dudas.
El mosaico romano, aparcado en el Gullón, acabará (o no) en su espacio museístico vecino de la Sinagoga. El alcalde está empeñado en sus “condiciones pendientes”, pero impugnar la ley de la gravedad no tiene lógica: acabará cayendo donde el sentido común indica (tras no sé cuántos miles de euros gastados en cristales, vigas de hierro y hormigón). Los turistas de este verano tampoco verán las teselas pero, quizá, ellos no saben que existe y así duele menos.
En León tuvieron pleno con intervenciones vecinales. Normativa sobre terrazas y (ya sé, ¡increíble!) los grupos políticos de acuerdo. Salvo hosteleros y vecinos.
Los descontentos: “las terrazas adosadas a la fachada del edificio y con protecciones laterales que delimiten el itinerario peatonal accesible, se evitará elemento o situación que pueda generar peligro”, dice la ley. La opinión: “las terrazas invaden plazas, ocupan soportales, calles estrechas y se instalan fuera del espacio asignado”. Conclusión: “Se pretende convertir el casco histórico en parque temático, pero cutre, peligroso y sin control”.
Los jefes de los camareros: “sin la hostelería, nuestra ciudad perdería una parte esencial de su identidad“. Y lluvia de datos: “la provincia de España con más bares por cada 1.000 habitantes”. En la capital: “248 restaurantes, 1.035 bares y 140 cafeterías. En 2023, más de 17.482 contrataciones, 9.727 eran mujeres”.
Después del introito anterior, al escribidor solo le queda sugerir: juzgue cada cual.
La realidad está para cambiarla. En Val de San Lorenzo lo intentan. El alcalde, Luis Alfonso Cordero, negoció el plan de balsas de la Junta con la pedanía de Lagunas de Somoza y lo que parecía imposible, será realidad. En este pueblo maragato contarán con una balsa para acumular agua en invierno que sirva en verano para ganadería, riegos, bomberos, etc. La financiación es 100% autonómica.
Cordero, además, ha de lidiar con la planta de lodos de Piedralba. Es complicado presentar reivindicaciones en Valladolid y al mismo tiempo pedir árnica inversora. Sin embargo, alcalde, debería existir algún canal de comunicación para presentar necesidades del rural y, al tiempo, explicar al consejero de turno que su proyecto, en este caso planta de lodos, levanta ampollas, protestas y malestar.
Desde el palacio de los Guzmanes financian una obra anual por municipio. Antes, los ayuntamientos pagaban la mitad del presupuesto; ahora, gratis todo. También para las juntas vecinales, aunque en este caso la cantidad es tan nimia que, si el pueblo tiene fondos, puede ampliar con su dinero y concluir antes el proyecto.
La Junta, con su programa “Cero aguas sin depurar”, nos confirma que todavía existen un mínimo de 1.500 poblaciones en su territorio sin depuradoras o con funcionamiento precario. ¡Demasiado trabajo sin hacer para estar en 2024!
En la reciente licitación de las obras aparecen tres municipios de León, entre ellos el comarcano Castrocalbón (con río al lado), y no menos de una decena de ayuntamientos en la provincia de Zamora en donde todo, por costumbre, está peor que en esta tierra de al lado. El Gobierno autonómico debería inyectar prioridad en asuntos tan básicos como cuidar el agua que devolvemos a ríos, lagunas y manantiales.
Francisco Iglesias Carreño, profesor zamorano de matemáticas con 79 años, se presenta por 15 ocasión a las europeas. En la última cosechó 886 votos. Su partido, Prepal (con Zamora, Salamanca y León), suele presentarse en Castilla y León con resultados similares. En esta ocasión dispone de 5.000 euros para publicidad y defiende puestos de trabajo para jóvenes en las tres provincias, a la región leonesa y la reindustrialización. No piensa cejar en su vocación política a pesar del nimio apoyo electoral.
Francisco Combarros se fue a la habitación de al lado este 29 de mayo. Con 85 años, en Barrientos lo conocían como Paco. Lo más extraordinario de su vida fue vivir en su pueblo, ayudar a sus vecinos en lo que pudo y conservar la memoria de la vida en los últimos setenta años. Los pueblos se quedan sin gente y nosotros sin su memoria. Gracias, Paco, por compartir tu sabiduría con uno de Posadilla.