Cuando todavía no está claro si se reactivará o no y, en caso de hacerse, si mantendrá el trazado antiguo hasta Astorga o tendrá un recorrido Benavente-León, los partidos políticos mayoritarios se han enfrascado en una “riña de gallos” por monopolizar la cabeza de la iniciativa por la reactivación del ferrocarril entre León y Extremadura por el oeste peninsular en paralelo a la frontera portuguesa.
Si la legislatura pasada fue el grupo del PP en el Senado el que activó esta iniciativa, ahora han sido los socialistas los que pretenden desde el Congreso encabezar el movimiento por la reapertura.