El patio de armas del Acuartelamiento Santocildes de Astorga acogía este lunes el acto militar de relevo de mando del Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña Nº 63, una celebración que estuvo presidida por el General Jefe del Mando de Artillería de Campaña, Antonio Mongío Bergua.
Durante este acto militar, el coronel Santiago Calderón Calatayud se hacía cargo del mando del RALCA 63, que le entregó el coronel, David Cotorruelo Sánchez, que se despide tras dos años de mandato en nuestra ciudad.
En una celebración que contó con la presencia de autoridades civiles, militares y eclesiásticas, además de compañeros, amigos y familiares del nuevo coronel, Santiago Calderón Calatayud comenzó dando las gracias “al Jefe de Estado Mayor del Ejército, en la persona del General Jefe del Mando de Artillería de Campaña, por la confianza que el Ejército deposita en mi persona para ejercer el mando de tan prestigioso Regimiento”.
En este sentido, afirmó que asume este mando “con enorme responsabilidad y orgullo, a la vez que con una honda satisfacción. Responsabilidad porque la Jefatura del Regimiento es en primer lugar servicio, desde la lealtad a su Majestad el Rey, a nuestro General Jefe y al Ejército y a cada uno de los cuadros de Mando y Artilleros que lo componen, guardando y haciendo guardar, la Constitución, nuestras Ordenanzas y la debida disciplina, con ejemplaridad, entrega profesional y personal hasta el límite de mis capacidades, para crear las mejores condiciones de trabajo en equipo que nos permitan cumplir, en todo momento y de forma eficaz, con nuestra misión y cometidos”, destacó.
El coronel también expresó su orgullo por asumir el mando del RALCA 63 pues “como oficial de Artillería, este sentimiento me cabe de forma muy especial al volver de nuevo al Mando de Artillería de Campaña y en particular al Regimiento de Astorga, en el que ya estuviera destinado como capitán, allá por el año 2000, así como por cuanto significa, tener el alto honor de representar al Regimiento, liderar a su personal y asumir los nuevos e importantes retos en los que esta Unidad está inmersa”.
Así, citó como ejemplo la ya cercana “recepción del que será nuestro principal sistema de armas, el Lanzacohetes SILAM. Este ilusionante proyecto, supondrá la completa modernización del Regimiento, dotándole de nuevas capacidades únicas para la Artillería de Campaña y renovando las actuales, que también lo son, en el ámbito de la localización y adquisición de objetivos. Así según lo previsto obtendremos nuevos sistemas aéreos no tripulados y radares, que lo convertirán en el mejor y más completo, en cuanto a capacidades, de los regimientos de Artillería del Ejército de Tierra”.
Dicha renovación, continuó, “no lo será solamente en el ámbito de los materiales sino que lo ha de ser también en el espíritu de unidad, que tendrá que adaptar su adiestramiento, mirando al futuro, con nuevas oportunidades de formación, con nuevos procedimientos, con iniciativa en cada escalón, optimizando la relevancia de la función de cada uno de sus órganos y consiguiendo, mediante la filosofía del Mando orientado a la misión, la mayor eficacia en su empleo”.
Por todo ello, su primera orden para el personal del RALCA 63 “es que deis muestra de este orgullo compartido de pertenecer a este Regimiento, basado en la capacidad y el rigor del trabajo artillero, con el estímulo de las nuevas tecnologías y marchando unidos en nuestra vocación de servicio, lo que nos facultará para alcanzar, sin duda, nuevos hitos en la historia de nuestra Artillería y nos mantendrá en disposición de seguir engrandeciendo a nuestra Patria, como reza nuestro Himno, aunque me consta que esto ya se está poniendo de manifiesto por nuestros compañeros desplegados en la Operación de Letonia y en apoyo a las zonas afectadas por la DANA en Territorio Nacional”.
También tuvo palabras de agradecimiento para su antecesor, el coronel David Cotorruelo, por “su orientación y enseñanzas durante el periodo de relevo y también por el legado de todo su periodo de mando que ha llevado al Regimiento a un extraordinario nivel de preparación y competencia. Por mi parte, afronto este desafío con el compromiso de continuar, y si es posible mejorar, esta línea de excelencia, haciéndome acreedor al compromiso individual, respeto y confianza de cada uno de los componentes de la Unidad”.
“Asumo también este Mando con la honda satisfacción, de ver realizada una aspiración, en este momento de mi carrera, que pone un broche muy singular a las ilusiones de aquel Cadete que ingresó en la LI Promoción (Palafox) de la Academia General Militar en el ya lejano año de 1991 y obtuvo el Real Despacho de Teniente de Artillería en 1996, con la 284 Promoción del Arma. El camino recorrido en estos más de 30 años de servicio encuentra hoy la mejor de sus recompensas y la experiencia que he atesorado en el mismo supondrá el núcleo de mi aportación que, con la mayor humildad y esmero, me propongo hacer a esta Unidad, de la que estoy dispuesto a dejarme ‘enamorar’ una vez más y volverme a empeñar en el apasionante oficio de Artillero», afirmó.
“Esta satisfacción es especial al tener como anfitriona de este Regimiento a la bimilenaria, muy noble, leal, benemérita, augusta y magnifica Ciudad de Astorga y a su Comarca, que tanto aliento y afecto han dado al mismo y a sus Artilleros por espacio de más de 100 años de historia compartida, habiendo creado así lazos inescindibles y con las que siempre mantendremos una deuda de estrecha y entrañable amistad que queremos seguir demostrando con nuestra respetuosa disposición, cariño y apoyo a sus instituciones, ciudadanos y tierras”, destacó al tiempo que dio las gracias a su familia “que me ha acompañado en este ya largo trayecto de mi vida militar, sosteniéndome en los momentos más difíciles y afrontando mis ausencias del hogar por motivos de servicio. Muy especialmente, agradezco su incondicional apoyo y desvelos a mi querida esposa Rebeca y a mis hijos Javier y Miguel. También, a mi madre Inés, por su permanente preocupación y a mi padre Ramón, a quien mando un abrazo al cielo”.