El estímulo del mercado de trabajo que se vivió durante el mes de marzo a raíz de las contrataciones auspiciadas por la Semana Santa solo tuvo repercusión, dentro de los municipios de la comarca, en los más grandes, los que tienen una economía más terciarizada, en especial en los ámbitos de hostelería, hotelería y comercio.
De hecho, en buena parte de los municipios cuya economía es más agraria, el paro creció en número de demandantes de empleo. Astorga y La Bañeza, por el contrario, tuvieron una evolución favorable en su panel del paro.
La actividad contractual también tuvo esa imagen de atonía económica, ya que ni Astorga ni La Bañeza superaron los doscientos contratos celebrados durante el pasado mes.
Además, de ellos, más de la mitad fueron temporales, profundizando así en una tendencia a la precariedad que se comenzó a dar hace varios meses tras un periodo en el que los contratos indefinidos fueron mayoría.