PIEDRA DE AFILAR – Enrique Ramos
Es recurrente que los altos cargos del Estado «barran» para su pueblo en el ejercicio de su cargo, pero lo de Óscar Puente con Valladolid, entra directamente en lo obsceno.
Su «recreo» narrando el futuro nodo ferroviario de mercancías en la estación de Valladolid, ya no es que vaya en detrimento de León u otras zonas, es que repugna al sentido común.
Señor ministro, venza la tentación de ser profeta en su tierra y cuando la cosa es tan descarada, mande un subalterno a vociferar las bondades de su gestión. Las vergüenzas, mejor tapaditas