SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
En un inusual alarde de entendimiento, representantes de la Junta anuncian que se van a ir a entrevistar con los del Gobierno para evaluar cómo entre todo el país se puede hacer frente a los problemas derivados de la guerra arancelaria desatada por Estados Unidos y su lunático presidente.
Debo confesar que me ha sorprendido tamaño gesto de inusual cordura política. Supongo que tras él habrá alguna estrategia que tenga que ver con la imagen de no quedarse atrás ante una medida que perjudica a muchos de los sectores. Inmediatamente, además, el consejero portavoz ha advertido que su posición constructiva en esa mesa no va a pasar porque se privilegien unos territorios del país en detrimento de otros.
Y he pensado; muy bien: olé por Fernández Carriedo, que nadie es más ni menos que nadie. Pero después he mirado para adentro, y ya, la introspección, me ha tirado un jarro de agua fría. Eso de la igualdad de los territorios está bien que se demande, pero sobre todo estaría bien que se aplicase. En este franquismo y pico de Junta de Castilla que llevamos sufriendo, León, con Salamanca y Zamora, no han parado de adelgazar gracias a la política predatoria de estos territorios dictada desde Valladolid. Las lecciones antes de darlas, hay que tomarlas.
