Las elecciones de este domingo siguen generando una cascada de reacciones al análisis de sus resultados y sus repercusiones. En la provincia, y con algunas excepciones muy notorias como Astorga o La Bañeza, donde sí logró os resultados históricos, el PP, aun mejorando, no ha sido una fuerza tan arrolladora.
Por eso, de nuevo, la Diputación se ha quedado sin mayorías absolutas. En principio, y salvo de la votación final de los concejales electos en cada juzgado (donde queda el margen mínimo para la sorpresa), el PP mejoraría hasta once diputados; el PSOE tendría diez y Vox entraría con uno. Por eso, los tres diputados de la UPL son capitales para cualquiera de los dos partidos que pretendan mantener la institución provincial. Y los dirigentes leonesistas, que sí son la fuerza que más ha mejorado en la provincia, se plantean el hito histórico de ganar la presidencia de la Diputación a cambio de ceder su fuerza para que el PP o el PSOE puedan gobernar en León y Villaquilambre.
Mientras tanto, este lunes, como consecuencia de la debacle de la izquierda, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez convocaba elecciones generales para el 23 de julio. Además de ser una fecha poco usual, por ser en verano, comunidades como Castilla y León, Galicia, País Vasco o Navarra tienen declarado festivo el día de Santiago, 25 martes, por lo que los comicios serán en medio de un “puente” en Astorga.