SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Veo el espectacular rescate que el retén de bomberos de la Diputación del parque de Valdeviejas hizo de un turista infartado en la torre rosada de la Catedral de Astorga. Eficaz, rápido y que permitió que el enfermo pudiera ser evacuado en condiciones “normales” por los sanitarios que ya lo habían estabilizado en el angosto espacio que visitaba por ocio.
Por si alguien le quedaba alguna duda, lo de la torre rosada demuestra que los profesionales del SEPEIS de Diputación lo son; y del más alto nivel: capaces de improvisar y ejecutar una solución donde todo parece torcerse para que el final de esta historia y de otras muchas no sea tan dramático
La pregunta es ¿por qué esta provincia ha tenido que esperar casi medio siglo a tener bomberos profesionales para los municipios pequeños? La Diputación se ha dedicado en esta provincia históricamente a hacer cosas en la capital y para la capital: conservatorios, escuelas de enfermería, estaciones de esquí… Cualquier cosa a mayor gloria de Ordoño II y alrededores inmediatos, en lugar de valer por los municipios que no podían valerse por sí solos.
¿Cuántas vidas como la del turista del otro día en la Catedral de Astorga se habrían podido salvar si la Diputación no hubiera tardado tanto en dedicarse a lo que era su función? Nunca lo sabremos.