PIEDRA DE AFILAR – Enrique Ramos
Acaban de publicarse las conclusiones del llamado Informe PISA, ese test que sirve para evaluar la calidad de la enseñanza de los diferentes países. Y esta vez la cosa ha pintado bien para Castilla y León, que tiene en aspectos como matemáticas, una de las calificaciones más altas no ya de España, sino de toda la OCDE. Así se ha encargado de resaltarlo el presidente de esta nuestra comunidad, ufano y alborozado.
Como uno tiene memoria y, sobre todo años, recuerda otro informe PISA hace más de quince años donde en un par de variables, Castilla y León, estaba muy por debajo de la media. En aquel tiempo, que dice la lectura de la epístola, maestros y pedagogos cuestionaban la metodología de un informe que, aseguraban, esta conceptuado en el norte de Europa para modelos educativos del norte de Europa y «medía mal» fuera de esos ámbitos.
Es altamente improbable que aquellos maestros y pedagogos que salieron en aquel momento a cuestionar las reglas del juego lo vayan a hacer ahora, que son campeones. Se espera, por contra, que ese papel lo asuman docentes andaluces, murcianos, manchegos, extremeños o catalanes, a quien el último dato deja peor parados. Hablarán del sesgo de la metodología y de su cuestionable vara de medir. Está todo inventado.