Don Felipe ha inaugurado la XXVII edición de Las Edades del Hombre que se celebra este 2024 en Iglesia de Santiago y en la Colegiata de Santa María de Villafranca del Bierzo; que en esta edición es sede compartida con la Cripta del Pórtico de la Gloria de la Catedral y en el Monasterio de San Martín Pinario de Santiago de Compostela.
Durante la inauguración, Su Majestad el Rey ha estado acompañado por el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente; el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán; el delegado del Gobierno en la Comunidad de Castilla y León, Nicanor Jorge Sen; el alcalde de Villafranca del Bierzo, Anderson Batista; el obispo de Astorga, Jesús Fernández; y el presidente de la Fundación Las Edades del Hombre y obispo de Osma-Soria, Abilio Martínez.
En un nuevo ciclo expositivo, la XXVII edición de Las Edades del Hombre abre sus puertas de junio a noviembre de 2024 de una manera inédita hasta el momento: será la primera ocasión en la que dos comunidades autónomas compartan la muestra. Castilla y León y Galicia acogerán ‘Hospitalitas’ en lugares tan emblemáticos como lo son la iglesia de Santiago y la Colegiata de Santa María en Villafranca del Bierzo y la Catedral y el monasterio de San Martín Pinario en Santiago de Compostela. Dos localidades, dos comunidades, dos territorios unidos por la Fe, por la devoción y por un patrimonio que establece vínculos fraternales a través de una esencia: el Camino de Santiago.
Son estos, además, dos lugares únicos en el peregrinaje; los dos únicos lugares donde ganar la indulgencia jacobea unidos hoy por Las Edades del Hombre. Más de tres décadas después, Las Edades del Hombre es más que un movimiento expositivo; sus raíces son las raíces de Castilla y León y su trabajo vincula devoción, arte y carácter de la tierra. Es la identidad de un pueblo.
Su Majestad el Rey comenzó su visita en la Iglesia de Santiago donde tras una introducción descriptiva a cargo del comisario de la muestra, el director del Archivo Diocesano de Astorga, Miguel Ángel González, se proyectó en cuatro pantallas colocadas en las paredes de la Iglesia, un vídeo inmersivo sobre la exposición, que introduce al visitante en la temática de esta edición de una forma impactante, con la que se aborda esa hospitalidad a lo largo de la historia y cómo se ve en la actualidad.
Posteriormente, se trasladó a la Colegiata de Santa María, donde recorrió la exposición “Hospitalitas: la Gracia del Encuentro” en castellano y gallego. La hospitalidad es el hilo conductor en esta ocasión, una virtud que se ejercita con los peregrinos que llegan tanto a Villafranca del Bierzo como a Santiago de Compostela. “Hospitalitas” hace referencia a la acogida del extraño, del extranjero, del forastero, del que no es de nuestra casa, invitándonos a ser hospitalarios para con el otro, e iluminando la esperanza y la espera en una hospitalidad final. Por eso esta edición hace un recorrido por diferentes elementos religiosos vinculados a ella y al Camino de Santiago, que unen la capital compostelana y la “pequeña Compostela”. Un relato centrado, especialmente, en imágenes y textos que reflejan la hospitalidad a lo largo de la historia.
El acto de inauguración de la XVII edición de Las Edades del Hombre finalizó con un encuentro de Su Majestad el Rey con los asistentes y el saludo a la corporación municipal de Villa Franca del Bierzo.
La Colegiata de Santa María, alberga 110 piezas llegadas desde diferentes puntos, como la Diócesis de Astorga, la Archidiócesis de Burgos, la de Valladolid, la Diócesis de León, Zamora u Orense, que cede a Villafranca para esta ocasión una importante pieza de alabastro chino-filipino que se guarda en la localidad de Celanova. También se puede ver “La visión de San Francisco” de El Greco, que llega desde la Diócesis de Cádiz o estatuas del prestigioso escultor Luis Salvador Carmona. La muestra se estructura allí en cuatro estancias principales (vinculadas con la letra, la alegoría, el sentido moral y la anagogía), más el Preludio y los testimonios finales.
La Diócesis de Astorga aporta un total de 22 piezas a esta muestra comisariada por Miguel Ángel González. Siete piezas pueden disfrutarse en Villafranca y el resto han viajado hasta Santiago de Compostela. Además de las ya anunciadas por el Museo de los Caminos del Palacio Episcopal -una escultura de Santa Ana triple, un ara-estela votiva del siglo II d.C., un busto relicario y uno de los capiteles románicos del Monasterio de San Juan de Montealegre- y el Buen Pastor del retablo de la parroquia de El Salvador de La Bañeza, en Villafranca puede verse un San Antonio Abad repartiendo limosna a los pobres que pertenece al Museo Catedralicio de Astorga.
La Virgen de la Majestad de la Catedral se encuentra ya en Santiago de Compostela para el disfrute de los visitantes de ‘Hospitalitas’ junto con El Puente de la Vida y la Reina Lupa, un óleo sobre tabla del Museo de Catedral. Destaca la especial presencia en Santiago de legados del Archivo Diocesano de Astorga, siete entre libros, ordenanzas y otros documentos, entre los que resalta el Tumbo Viejo de San Pedro de Montes.
‘Hospitalitas’ puede visitarse en la Iglesia de Santiago de martes a viernes de 10 a 20 horas. En el caso de la Colegiata de Santa María, el horario es de 10 a 14 y de 16 a 20 horas de martes a viernes y los sábados, domingos y festivos de 10 a 20 horas. En Santiago de Compostela, la cripta del Pórtico de la Gloria y el Monasterio de San Martín Plinario abrirán de lunes a domingo de 10 a 20 horas. El precio de las entradas es de 6 euros (Villafranca), 10 euros (Santiago) y 15 euros la entrada conjunta a las dos sedes
Sedes expositivas
Entre las opciones a tener en cuenta a la hora de decantarse por las sedes expositivas en un proyecto como Las Edades del Hombre, se pueden aludir dos vías principales: la práctica, que tendría en cuenta aspectos como los espacios netos aprovechables, la accesibilidad y la viabilidad de la logística para el montaje y desmontaje; y la simbólica, referida a lo que un edificio o un enclave significa para una temática, para sus vecinos y visitantes o lo que connota su inclusión en la temática del relato.
En el caso de Villafranca del Bierzo, los espacios elegidos incluyen ambos supuestos con dos templos, que, a su manera, se vuelven de participación imprescindible. La iglesia de Santiago se revela como el lugar de entrada de los peregrinos a Villafranca en la senda del Camino, por lo tanto, paso obligado y simbólico de bienvenida, de acogida y hospitalidad. La Portada del Perdón y todo su significado y simbología justifican la oportuna inclusión de este lugar como lugar de celebración de una edición.
La otra elección pasa, como no podía ser de otra manera, por la colegiata de Santa María que se erige como la “catedral” berciana. Un templo ungido de carisma hacia donde caminan las calles de la localidad. Además de ser la referencia monumental y religiosa del municipio, es el templo con más superficie disponible en planta.
Villafranca del Bierzo: el relato
Hospitalitas, ϕιλοξενία hace referencia a la acogida del extraño, del extranjero, del forastero, del que no es de nuestra casa. La tradición hospitalaria está arraigada en las religiones. En ellas el otro es visto como una imagen y una forma fundamental de la presencia de Dios. La hospitalidad se asocia a la peregrinación. Todos somos peregrinos en este mundo, pero algunos lo son además en el sentido popular del término: peregrino es aquel que atraviesa los campos y se dirige a los santos lugares. Villafranca ha sido, desde tiempo inmemorial, un espacio de hospitalidad para todos los que se dirigen a Santiago de Compostela. En la espléndida ciudad gallega tiene lugar la exposición hermana. Siéntanse invitados a visitarla para introducirse en la tradición monástica de la hospitalidad en el Camino.
Aquí, en Villafranca, nos permitimos ofrecer la oportunidad de contemplar en imágenes la hospitalidad como tal, sin más calificativos. Nos centramos en ese aspecto de la existencia humana cultivado de modo singular por las diversas religiones y piedra angular de la tradición judeocristiana.
Hemos centrado nuestro relato en las imágenes y las hemos leído del mismo modo que se han interpretado los textos a lo largo de muchos siglos: como portadores de un mensaje histórico, de una creencia, de una propuesta moral y atisbos de lo que se espera. Las imágenes de la hospitalidad que han surgido de las diversas tradiciones religiosas, representadas aquí especialmente en la cristiana, no son solo representaciones creadas para ser contempladas, como pinturas muertas, sino que su finalidad es recordarnos una historia de hospitalidad, expresar el carácter hospitalario del Dios en quien creemos, invitarnos a ser hospitalarios para con el otro e iluminar la esperanza y la espera de la hospitalidad final.
No hay lugar mejor para contemplar que el templo. Permitan que las imágenes les cuenten todo lo que tienen que contar y lleven a los demás lo que aquí han contemplado.
Iglesia de Santiago: experiencia inmersiva
La primera de las sedes de Villafranca del Bierzo, la iglesia de Santiago, acoge una propuesta inmersiva que servirá para introducir al visitante en la temática de la edición de una manera impactante y efectiva. De esta manera el interior del templo se convierte en una sala audiovisual diáfana en la que la narración se servirá de perspectivas y dimensiones para abordar la Hospitalidad a lo largo de la historia en las Escrituras y en la actualidad.
Es esta una apuesta innovadora de la Fundación Las Edades del Hombre pionera a esta escala en el ámbito de la difusión del arte religioso en Castilla y León y en un lugar, la iglesia de Santiago con su Puerta del Perdón, tan simbólico y cercano en la acogida y el Camino de Santiago.
Colegiata de Santa María
Las imágenes, hacen cosas. No solo describen, sino que animan, proponen modelos, ilustran el dogma, dan forma a la esperanza y, en no pocas ocasiones, llegan donde la palabra no puede llegar. Hospitalitas es un gran fresco –una imagen– compuesto por muchas imágenes que conforman cuatro estancias. Cada una de ellas responde a las encarnaciones de los distintos modos de significar que, según la tradición medieval, puesta en forma de dístico por el dominico Agustín de Dacia y recogida por el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 118), hay en cada texto –y una imagen es un texto–, que puede ser leído en diferentes sentidos:
“Littera gesta docet, quid credas allegoria, Moralis quid agas, quo tendas anagogia” (La letra enseña los hechos, la alegoría lo que has de creer, el sentido moral lo que has de hacer, y la anagogía a qué has de tender)