LAS TORCAS – Isidro MARTÍNEZ
Mañana es martes y, como la semana pasada, las calles del centro se llenarán de personas. En especial, el tramo entre palacio de Gaudí y la Casona.
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Este año no hay restricciones al tráfico rodado en Lorenzo Segura, pongamos por caso. Los coches no atropellaron a nadie, pero molestaron, protestaron en ocasiones y miraron raro a transeúntes y estos a los conductores. ¿Buscaban aparcamiento? ¿En martes agosteño y en Santocildes o San Bartolomé? Los turistas pueden ser ingenuos, la autoridad sabe que nunca encontrarán hueco… por si aún fuera época de acabar con paseos inútiles.
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Jueves festivo. La señora, cumplió los 90 hace tiempo, regresaba de misa. En uno de los recovecos ciudadanos peor diseñados, sin acera y espacio mínimo para caminar, detrás de la Casona/calle PP. Redentoristas, tropezó con uno de los incontables y gruesos bolardos: brecha en la frente, pérdida de conocimiento, que se recupera, y espera sin prisa a la ambulancia del 112. Más tarde llegó la policía local. Tuvo suerte la astorgana de Puerta de Rey: pasaba por el lugar un enfermero de urgencias de otra comunidad, que la atendió y esperó más de media hora —ella echada en el suelo de la calle— a que solucionaran el problema.
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La movilidad es mejorable en Astorga. Los bolardos (incluso en parking de barrio vacío) pretenden proteger al peatón, pero son tantos y de tan variado grosor y altura que se convierten en obstáculos. Técnicos tiene el Ayuntamiento, y si no que los contrate, para convertir en habitable una ciudad que pierde población a chorro y aún así acumula problemas coche/peatón o viceversa en su casco histórico. Porque evitar el tráfico en la plaza Mayor y su entorno quizá sea una buena idea… sobre todo pensando que en esta zona son tan limitados los aparcamientos que el 90% de los desplazamientos en agosto o en martes son superfluos.
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¡Oiga, que estamos en ferias! ¡Deje los problemas para septiembre! Tiene razón. Debería hacer un canto o loa al programa de las ferias: papel excelente, cuatricomía reforzada, publicidad a mogollón. Perfecto. ¿Sobre el contenido? Pero ¿no me aconsejan dejar los problemas para el regreso a clase? Pues aclarémonos.
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He tenido sesión con mi entrenador personal. Me aconseja ser positivo: ¡disfruta con lo que hay que no existen alternativas! Me despidió; había acabado el tiempo. Como la vida misma, paisano.
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En La Bañeza, el ayuntamiento del PP encargó la impresión del programa de fiestas a una empresa local. Dentro, además de motos y verbenas, la salsa la ponía cada cual en la sesión de disco móvil diaria en bares para jóvenes con sed en amplia barra de cervezas. Por si quiere comparar.
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Las modas duran cada vez menos. El Ayuntamiento astorgano construyó hace años una pista de skate que ya nadie usa. Como este deporte solo aparece en los juegos olímpicos, la pista aledaña al Jerga recuerda que hasta metales y el hierro mueren o no sirven, que es lo más parecido.
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Parque de la Eragudina. Verano y gente en la orilla del Jerga. Las farolas que lindan con el río llegan a mitad de su recorrido. A partir de la casa del jardinero no existen. Además, algún imbécil rompió parte de la pantalla de cristal de dos o tres. Los árboles, este año con una poda profunda, han respondido con un crecimiento muy saludable. En la piscina un grueso chopo rompió una de sus ramas al mediodía. No causó daños.
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Puente sobre el río Jerga. A su vera, una enorme finca de girasoles. Paseantes hacen fotos. Algunos han pensado que las pipas son del que pasa. Craso error, el girasol, incluidos los de primeras filas que se avecinan con la acera, tienen propietario. No será por hambre el robo o, si prefieren, el hurto rural al prójimo.
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Astorga dispone de edificios de corte modernista, fachadas de valor arquitectónico, conjuntos que merecen conservación. Pero estamos dejando arruinar una riqueza que los antecesores, con menos medios pero bastante más voluntad e ideas, consiguieron levantar y conservar. Alguien apunta crear entidad o fundación que agrupe a gente que pueda aportar o buscar fondos financieros para conservar balcones, puertas o fachadas que son raíz histórica de esta ciudad, y que cada año se unen al grupo de encadenadas por vallas… por inminente ruina.
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Hace algún tiempo un intelectual astorgano propuso crear un museo de Arte Contemporáneo. Él aportaría una parte de los fondos y otras personas amigas también colaborarían en el empeño de dotar de cultura permanente de vanguardia a esta ciudad.
No hicieron ni puñetero caso al proyecto, aunque el municipio rebosaba entonces, y todavía más ahora, de edificios vacíos. Obviamente, para gestionar retos semejantes es indispensable disponer de un concepto de futuro, una visión concreta de lo que hay que hacer para cimentar la imagen de Astorga, y ganas y voluntad para ejecutar ideas imaginativas posibles.