LAS TORCAS – Isidro MARTÍNEZ
En esta España del Oeste no se mantienen ni los mitos. Hace ya unos cuantos años que Astorga no es ciudad de “curas y militares”, como la motejaban los envidiosos. En estos tiempos solo es un deterioro poblacional progresivo.
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Viene al caso de las cuentas del Obispado/Diócesis. Lo han explicado perfectamente, pero actualizamos algunos detalles. Se quejó el ecónomo de unos números “raquíticos y escasos” porque solo hubo 685 bautizos en las más de 900 parroquias diocesanas. Lo problemático, sin embargo, sería la cifra siguiente: 142 matrimonios. Aunque se añadan los que pasaron por el juzgado, el número de niños seguirá rebajándose.
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La economía episcopal resiste, incluso con superávit, pero más de la mitad del presupuesto provenga de la asignación del IRPF. Lo que marea es el número de sacerdotes en activo: 120 curas para 974 parroquias, pues el resto hasta los 185 del padrón, la edad les impide su labor. El ecónomo diocesano recordaba que algunos atienden 50 parroquias en zonas gallegas o del Bierzo en superficies de 80 km. cuadrados. Pero como en esta tierra todo puede empeorar, los seminaristas son ¡3! El recambio será mínimo y acrecentará los pueblos para cada sacerdote.
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Además del culto, la acción caritativa, los salarios del clero y de trabajadores diocesanos, el Obispado dispone de un nutrido patrimonio inmobiliario, incluidos 33 bienes de interés cultural y dos más con expediente de declaración. Estos templos, sobre todo, demandan dinero anual para su conservación y en Astorga se prepara una fundación que se haga cargo de la gestión en sus vertientes de asistencia, servicios y arte y cultura. Una herramienta pensando en el futuro.
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Los templos mantienen su objetivo de culto y su conservación, pero la fundación deberá encontrar respuesta para los cientos de casas parroquiales deshabitadas y en deterioro imparable, además de huertos y huertas que nadie cultiva, porque ya no hay párroco residente y los vecinos son mayores. Nadie discute la propiedad diocesana de estos bienes, pero tampoco hay dudas que durante años fueron aportaciones de los vecinos los que hicieron posible el mantenimiento. Ahora quizá sea el momento de ceder estas casas, aunque la mayoría de los pueblos no sabrían qué hacer con ellas. Con sus viejas escuelas reconvertidas en bar, casa de concejo, farmacia o similar tienen las necesidades colmadas.
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Que no todo va a ser malo. En La Baña, Caja Rural de Zamora ha abierto una oficina bancaria. Esto no se daba en León desde hace… años. ¡Y en Cabrera! Será la número 24 en esta tierra en la que viven 77 trabajadores de la entidad de ahorros.
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Siempre hay otro que lo hace peor. El final del contrato del aparcamiento en Astorga resucitó críticas políticas en ambos partidos y sigue sin resolverse, naturalmente. Pero, para consuelo triste, en la capital andan peor. El alcalde socialista Díez tiene caducados y sin bases o pliego preparado los autobuses urbanos, que le cuestan casi medio millón de euros al mes, el aparcamiento subterráneo de San Marcelo ―que produce una pasta… a la empresa que lleva 50 años cobrando el tique― y el mantenimiento de semáforos y radares.
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Cuando cerró la Casa Panero por obras, algunos exigían razones a la clausura temporal. Tardaron, pero ahora Valle las cuenta: quitar goteras, retejar parte de la cubierta, mejorar canalones y, en el interior, pintar paredes y acondicionar dos nuevas salas para exposiciones. Es decir, para primavera/verano todo estará listo. Y el cierre evita broncas por bailes, disfraces o “jalogüines” en salas museísticas. Un aporte positivo además de la restauración.
Ítem más: el edil, Tomás Valle, tiene fotos en una “vidriera” que Adif ha ubicado en la estación ferroviaria para dar la bienvenida a los viajeros.
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Lo recuerda un ecuatoguineano. “España no es un país racista”. Y aporta la razón: “No había ningún negro en este país. Ahora ya es otra cosa”. Si lo piensas, puede que estés de acuerdo: éramos buenos a la fuerza de realidad, menos cuando echamos limpiamente a los moriscos cuyas familias llevaban 700 años en Andalucía o a los judíos… después sefardíes. ¡Como para presumir de algo!
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Los nuevos pisos públicos de alquiler. La Junta sorteó los de Astorga. Los solicitantes con suerte pagarán 325 euros/mes que es un chollo. En Madrid (con 45.000 en la lista de espera) se han sorteado 940 viviendas. Los “suertudos” pagarán 370 euros/mes de renta. Lo qué, a juzgar por los precios madrileños, es un auténtico “gordo”.
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Tenía 97 años cuando se marchó el 2 de noviembre. Residía en Murcia con su familia, pero prácticamente todos los veranos de su vida, hasta este mismo año, los vivió en Astorga. Se llamaba Odila García Panero, paseadora de las calles, amable, conversadora y elegante. Seguimos perdiendo los anclajes con una Astorga de memoria y cultura. El pésame a la familia desde la tristeza de muchos que la conocimos.