LAS TORCAS – Isidro MARTÍNEZ
Reunión de expertos chefs y gentes de la cocina en San Sebastián. El mejor plato de callos de España lo hacen en el restaurante Sympar de Santiago. Lleva garbanzos, chorizo y morcilla, además de callos de ternera. Se hace en tres días… casi los que necesitaba para hacer el mejor cocido maragato del mundo la madre de Maruja en Castrillo. De los callos, parece que no han probado los de León o Astorga sin ir más lejos: callos, pimentón y un poco de amor.
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Mientras agoniza la identidad leonesa, en Valladolid el PP (incluidos los procuradores leoneses, que eso no suele recordarse) querían crear una fundación para encontrar las raíces de Castilla. La idea no ha sido apoyada por VOX, que logró el cierre de la anterior “Siglo”, ni por el resto de la oposición. Ahora deberán hacer algo con otras comunidades. Como niños que no tienen qué hacer. La idea la llevó la UPL, que tampoco es que brille mucho, aunque esta vez salió ganadora.
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No se me revuelvan y si están estresados, el 10 de noviembre (y lo escriben con tiempo) los sindicatos leoneses convocan la cuarta manifestación por el futuro y el desarrollo económico y social de la provincia leonesa. No sirve de casi nada, pero entretiene un montón.
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Que nadie dude de que vamos hacia adelante. En Santa Colomba de Somoza invertirá la Junta 371.000 euros en caminos de concentración parcelaria (y no me digan que ya no quedan agricultores, porque los caminos están destrozado por el paso), en San Justo de la Vega programan un curso/taller para elaborar quesos tradicionales y el motel de Pradorrey vuelve a tener inquilinos, un centenar de inmigrantes que buscan futuro en este país.
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No, si al final va a resultar que se impone Armando Miguélez y Diputación no destruye el puente sobre el Tuerto en Santibáñez y erige el nuevo un centenar de metros más arriba. La Junta le dice ahora al presidente Courel que el puente no es monumento pero ¡lo quiere mucho el vecindario! Y es que en la vega somos así.
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La revista “National Geographic” edita este mes un número especial de Historia, sobre la “Hispania Romana”. Un resumen, con imágenes en color, del legado de Roma en este país y Portugal. Solo aparecen Las Médulas de esta tierra, pero es interesante conocer la cantidad y la calidad de objetos, edificios, itinerarios esculturas… que se han descubierto en cualquier rincón.
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Cifras del Consejo Agrario de León. El pasado año hasta 178 jóvenes consiguieron ayudas de la Junta para incorporarse a las tareas agrarias en esta provincia. Bien. A continuación nos dicen que para la PAC los peticionarios bajaron de 8.396 a 8.080 agricultores. Nunca la alegría es integral por aquí.
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Un buen lío, dialéctico al menos. En Filiel organizan una feria de la miel y piensan que la de Astorga, para noviembre, les pisa la idea. En la memoria astorgana los mejores apicultores ya no están con la colmena (Secundino, Antonio…). Lo de Montañas con Astorga antes no era posible, ahora (me aseguran) ya pueden hacerlo. ¿Entonces? El negocio, supongo, es vender toda la miel posible. Si la venden en Astorga ¿nadie irá a Filiel? La respuesta no es unívoca. Los productos de León se van al coso taurino de la capital donde no crece ni una mata de tomates o una simple parra para vino. ¿Eso arruina a los productores?
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Que las formas no hayan sido las oportunas no puede invalidar las razones de fondo. En la Cepeda se encuentran algunos de los productores más importantes e incluso de los más innovadores. No creo que se enfaden porque en vez de una feria, haya dos en esta tierra. Pero le preguntaré a Aureliano cuando regrese de su colmenar en el monte de Manzanal.
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La Xunta de Galicia invertirá este mismo año 300 millones de euros en rescatar cuatro tramos de autovías en varias provincias de esa región. La pregunta ingenua: ¿por qué no hace lo mismo la Junta de Mañueco con las vías de pago en esta tierra? Como saben, ambos presidentes son del mismo partido.
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Mi amigo Silvino se marchó con 86 años. Quizá no lo conozcan, aunque sus últimos 32 años los pasó en Astorga. Salía poco: a la farmacia a comprar medicamentos para los redentoristas enfermos. Era uno de los últimos hermanos, también llamados “legos”, de esta congregación. En el resto del país también están a desaparecer.
No se ordenaban (no decían misa) pero hacían todo lo demás: cocina, portería, sacristía, huerto, zapatería, camarero… Silvino atendió a sus compañeros mayores todo el día, todos los días de tres décadas en la comunidad astorgana. Nunca se quejó. Quedan tan pocas que es lamentable que desaparezcan algunas de las mejores personas que he conocido. Silvino, no descansará donde esté; no sabría vivir sin cuidar a otros ni en el cielo.