Ricardo Magaz – La Espada y la Pluma
A Griselda Blanco la apodaban la viuda negra y también la reina de la cocaína. Este personaje criminal es sin duda uno de los más interesantes, no español, que analizo en mi último libro “El quinto mandamiento: diario de crimen y castigo”.
Griselda fue la mujer más poderosa y brutal que ha dado nunca el narcotráfico, tanto en Colombia como en EEUU. Dirigió con mano de hierro el cártel de Medellín antes de traspasárselo definitivamente a Pablo Escobar, el patrón del mal. En su adolescencia en Cartagena de Indias, la mujer hacía de gancho para que su banda secuestrara niños y pedir rescate.
Griselda era adicta a la adrenalina de la ira, a la coca y al sexo. Con su asesinato en 2012 desapareció la matriarca más sanguinaria del narcotráfico en el último siglo. El apodo de “viuda negra” se lo adjudicaron porque mandó matar a dos de sus tres maridos.
Su fama fue tal, que en 2017 se rodó la película “Griselda: la reina de la cocaína”, protagonizada por la actriz Catherine Zeta-Jones. En enero de 2024, Netflix estrenó la miniserie que retrata su historia a lo largo de seis episodios con la popular Sofia Vergara en el papel de la narco. La acabo de ver, la serie, naturalmente.
Me tocó, además, hablar de ella el otro día en una conferencia-presentación de “El quinto mandamiento: diario de crimen y castigo”. Tengo, por tanto, fresco el tema y, como todo es bueno para el convento, lo aprovecho hoy para la columna.