SIN PASIÓN – Eduardo Sáez
Cuando un servidor estudiaba en la escuela de comercio hace casi medio siglo, nos repetía un profesor aquella máxima de «no poner todos los huevos en la misma cesta» como un procedimiento asegurador de inversiones. Si un banco o un producto bancario no iba bien o incluso se deshacía, siempre se podía tener una reserva alternativa
Nunca supe de dónde venía exactamente la expresión, pero parece de procedencia anglosajona y es lo suficientemente gráfica como para explicar que si todos los huevos que tenemos están en el mismo sitio, tropezamos y nos caemos, todos se romperán.
Cuando escribo estas líneas BBVA y Sabadell están en un tira y afloja para decidir si se fusionan o no se fusionan. Seguramente se acabarán fusionando porque puede ser al segundo, al tercero o al quinto intento, con heridos o con muertos, con risas o con llantos, pero al final serán uno solo porque la historia y los antecedentes dicen que así será.
Y esta avalancha de fusiones que llevamos sufriendo más de dos décadas en el mundo bancario, no paro de acordarme de mi profesor de la escuela de comercio y pienso que ya no nos quedan cestas para poner los huevos. No hay ni inspección de competencia, ni leyes antimonopolio, ni todas esas mandangas del capitalismo. Caminamos al banco único, como en el comunismo. Acabamos comiéndonos todo lo malo de cada cosa.